Nueva Biblia Latinoamericana
Al mirar él hacia atrás, me vio y me llamó. Y dije: 'Aquí estoy.' (2 Samuel 1:7)
Y él me dijo: '¿Quién eres?' Y le respondí: 'Soy un Amalecita.' (2 Samuel 1:8)
Entonces él me dijo: 'Te ruego que te pongas junto a mí y me mates, pues la agonía se ha apoderado de mí, porque todavía estoy con vida.' (2 Samuel 1:9)
Me puse, pues, junto a él y lo maté, porque yo sabía que él no podía vivir después de haber caído. Tomé la corona que estaba en su cabeza y la pulsera que estaba en su brazo, y los he traído aquí a mi señor."
Entonces David agarró sus ropas y las rasgó, y así hicieron también todos los hombres que estaban con él. (2 Samuel 1:11)
Se lamentaron y lloraron y ayunaron hasta el atardecer por Saúl y por su hijo Jonatán, por el pueblo del SEÑOR y por la casa de Israel, porque habían caído a espada. (2 Samuel 1:12)
David le preguntó al joven que se lo había contado: "¿De dónde eres?" "Soy hijo de un extranjero, un Amalecita," le respondió. (2 Samuel 1:13)

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2 Samuel 1:10 - Referencia Cruzada

Y Adoni Bezec dijo: "Setenta reyes, con los pulgares de sus manos y de sus pies cortados, recogían migajas debajo de mi mesa. Como yo he hecho, así me ha pagado Dios." Lo llevaron a Jerusalén (Ciudad de Paz), y allí murió. (Jueces 1:7)
Entonces Joiada sacó al hijo del rey y le puso la corona, y le dio el libro del Testimonio; lo hicieron rey y lo ungieron, y batiendo palmas, gritaron: "¡Viva el rey!" (2 Reyes 11:12)
Entonces Saúl dijo a su escudero: "Saca tu espada y traspásame con ella, no sea que vengan estos incircuncisos y me traspasen y hagan burla de mí." Pero su escudero no quiso, porque tenía mucho miedo. Así que Saúl tomó su espada y se echó sobre ella. (1 Samuel 31:4)
Porque con el juicio con que ustedes juzguen, serán juzgados; y con la medida con que midan, se les medirá. (Mateo 7:2)
Entonces él llamó apresuradamente al muchacho que era su escudero, y le dijo: "Saca tu espada y mátame, no sea que se diga de mí: 'Una mujer lo mató.'" Y el muchacho lo traspasó, y murió. (Jueces 9:54)
Entonces el rey dijo a Doeg: "Vuélvete y ataca a los sacerdotes." Y Doeg el Edomita, se volvió y atacó a los sacerdotes, y mató aquel día a ochenta y cinco hombres que vestían el efod de lino. (1 Samuel 22:18)
Quitó la corona de la cabeza de su rey, la cual pesaba 34 kilos de oro y tenía una piedra preciosa, y fue puesta sobre la cabeza de David. Y él sacó botín de la ciudad en grandes cantidades. (2 Samuel 12:30)
Ha caído la corona de nuestra cabeza. ¡Ay de nosotros, pues hemos pecado! (Lamentaciones 5:16)