El joven que se lo había contado, dijo: "Yo estaba por casualidad en el Monte Gilboa, y vi que Saúl estaba apoyado sobre su lanza. Y que los carros y los jinetes lo perseguían de cerca.
(2 Samuel 1:6)Al mirar él hacia atrás, me vio y me llamó. Y dije: 'Aquí estoy.'
(2 Samuel 1:7)Y él me dijo: '¿Quién eres?' Y le respondí: 'Soy un Amalecita.'
(2 Samuel 1:8)Entonces él me dijo: 'Te ruego que te pongas junto a mí y me mates, pues la agonía se ha apoderado de mí, porque todavía estoy con vida.'
Me puse, pues, junto a él y lo maté, porque yo sabía que él no podía vivir después de haber caído. Tomé la corona que estaba en su cabeza y la pulsera que estaba en su brazo, y los he traído aquí a mi señor."
(2 Samuel 1:10)Entonces David agarró sus ropas y las rasgó, y así hicieron también todos los hombres que estaban con él.
(2 Samuel 1:11)Se lamentaron y lloraron y ayunaron hasta el atardecer por Saúl y por su hijo Jonatán, por el pueblo del SEÑOR y por la casa de Israel, porque habían caído a espada.
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2 Samuel 1:9 - Referencia Cruzada