y Esaú fue a Ismael, y tomó por mujer, además de las mujeres que ya tenía, a Mahalat, hija de Ismael, hijo de Abraham, hermana de Nebaiot.
(Génesis 28:9)
Jacob salió de Beerseba, y fue para Harán.
(Génesis 28:10)
Llegó a cierto lugar y pasó la noche allí, porque el sol se había puesto; tomó una de las piedras del lugar, la puso de cabecera y se acostó en aquel lugar.
(Génesis 28:11)
Tuvo un sueño, y vio que había una escalera apoyada en la tierra cuyo extremo superior alcanzaba hasta el cielo. Por ella los ángeles de Dios subían y bajaban.
El SEÑOR estaba de pie junto a él, y dijo: "Yo soy el SEÑOR, el Dios de tu padre Abraham y el Dios de Isaac. La tierra en la que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia.
(Génesis 28:13)
También tu descendencia será como el polvo de la tierra. Te extenderás hacia el occidente y hacia el oriente, hacia el norte y hacia el sur; y en ti y en tu simiente serán bendecidas todas las familias de la tierra.
(Génesis 28:14)
Ahora bien, Yo estoy contigo. Te guardaré por dondequiera que vayas y te haré volver a esta tierra. No te dejaré hasta que haya hecho lo que te he prometido."
(Génesis 28:15)
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Génesis 28:12 - Referencia Cruzada
Porque los ojos del SEÑOR recorren toda la tierra para fortalecer a aquéllos cuyo corazón es completamente Suyo. Tú has obrado neciamente en esto. Ciertamente, desde ahora habrá guerras contra ti."
(2 Crónicas 16:9)
Pero cuando murió Herodes (el Grande), un ángel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto, diciéndole:
(Mateo 2:19)
Después de estas cosas la palabra del SEÑOR vino a Abram en visión, diciendo: "No temas, Abram, Yo soy un escudo para ti; Tu recompensa será muy grande."
(Génesis 15:1)
Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras a los padres por los profetas,
(Hebreos 1:1)
Y habiendo sido advertidos por Dios en sueños que no volvieran a Herodes (el Grande), se fueron para su tierra por otro camino.
(Mateo 2:12)
No temas, porque Yo estoy contigo; No te desalientes, porque Yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, Sí, te sostendré con la diestra de Mi justicia.
(Isaías 41:10)
En el primer año del rey Belsasar de Babilonia, Daniel tuvo un sueño y visiones en su mente, estando en su cama. Entonces escribió el sueño y relató el resumen de él:
(Daniel 7:1)
A la puesta del sol un profundo sueño cayó sobre Abram. El terror de una gran oscuridad cayó sobre él.
(Génesis 15:12)
Después de estas cosas, sucedió que el copero y el panadero del rey de Egipto ofendieron a su señor, el rey de Egipto.
(Génesis 40:1)
En un sueño, en una visión nocturna, Cuando un sueño profundo cae sobre los hombres, Mientras dormitan en sus lechos,
(Job 33:15)
Pero Dios vino a Abimelec en un sueño de noche, y le dijo: "Tú eres hombre muerto por razón de la mujer que has tomado, pues está casada."
(Génesis 20:3)
Entonces Dios le dijo en el sueño: "Sí, Yo sé que en la integridad de tu corazón has hecho esto. Y además, Yo te guardé de pecar contra mí, por eso no te dejé que la tocaras.
(Génesis 20:6)
Pero mientras pensaba en esto, se le apareció en sueños un ángel del Señor, diciéndole: "José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque el Niño que se ha engendrado en ella es del Espíritu Santo.
(Mateo 1:20)
José tuvo un sueño y cuando se lo contó a sus hermanos, ellos lo odiaron aún más.
(Génesis 37:5)
El dijo: "Oigan ahora Mis palabras: Si entre ustedes hay profeta, Yo, el SEÑOR, me manifestaré a él en visión. Hablaré con él en sueños.
(Números 12:6)
En el segundo año del reinado de Nabucodonosor, éste tuvo sueños, y se turbó su espíritu y no podía dormir.
(Daniel 2:1)
Nabucodonosor, rey, a todos los pueblos, naciones y lenguas que habitan en toda la tierra: "Que abunde su paz.
(Daniel 4:1)
En mi primera defensa nadie estuvo a mi lado, sino que todos me abandonaron; que no se les tenga en cuenta.
(2 Timoteo 4:16)
También le dijo: "En verdad les digo que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre."
(Juan 1:51)
Cuando Jacob siguió su camino, los ángeles de Dios le salieron al encuentro.
(Génesis 32:1)
Una palabra me fue traída secretamente, Y mi oído percibió un susurro de ella.
(Job 4:12)
¿No son todos ellos espíritus ministradores, enviados para servir por causa de los que heredarán la salvación?
(Hebreos 1:14)