Nueva Biblia Latinoamericana
En cuanto a la menor, también ella dio a luz un hijo, y lo llamó Ben (Hijo de) Ammi. El es el padre de los Amonitas hasta hoy. (Génesis 19:38)
Abraham salió de donde estaba hacia la tierra del Neguev (región del sur), y se estableció entre Cades y Shur. Entonces estuvo por un tiempo en Gerar. (Génesis 20:1)
Abraham decía de Sara su mujer: "Es mi hermana." Entonces Abimelec, rey de Gerar, envió y tomó a Sara. (Génesis 20:2)
Pero Dios vino a Abimelec en un sueño de noche, y le dijo: "Tú eres hombre muerto por razón de la mujer que has tomado, pues está casada."
Pero Abimelec no se había acercado a ella, y dijo: "Señor, ¿destruirás a una nación aunque sea inocente? (Génesis 20:4)
¿No me dijo él mismo: 'Es mi hermana'? Y ella también dijo: 'Es mi hermano.' En la integridad de mi corazón y con manos inocentes yo he hecho esto." (Génesis 20:5)
Entonces Dios le dijo en el sueño: "Sí, Yo sé que en la integridad de tu corazón has hecho esto. Y además, Yo te guardé de pecar contra mí, por eso no te dejé que la tocaras. (Génesis 20:6)

Otras publicaciones relacionadas con "Génesis 20:3":

Dr. Roberto Miranda
Una oportunidad desperdiciada
Este sermón habla sobre cómo reaccionamos ante las ofensas y conflictos en nuestras vidas, y la importancia de vivir conforme a los principios del Reino de Dios. Se utiliza la historia de Dina en Génesis para ilustrar cómo los hijos de Dios deben poner por encima los valores del Reino de Dios, como la paz, la misericordia y el perdón.


Gregory Bishop
Un viaje de crecimiento espiritual
En este artículo se habla sobre la historia de los patriarcas de la Biblia, centrándose en Abraham y su viaje de crecimiento espiritual al confiar en Dios y seguir sus promesas. También se menciona la importancia de confiar en Dios y se habla sobre la historia de Melquisedec, el rey sacerdote que ministró a Abraham.


Génesis 20:3 - Referencia Cruzada

Ahora pues, devuelve la mujer al marido, porque él es profeta y orará por ti, y vivirás. Pero si no la devuelves, sabe que de cierto morirás, tú y todos los tuyos." (Génesis 20:7)
En un sueño, en una visión nocturna, Cuando un sueño profundo cae sobre los hombres, Mientras dormitan en sus lechos, (Job 33:15)
Una palabra me fue traída secretamente, Y mi oído percibió un susurro de ella. (Job 4:12)
Pero Dios vino a Labán Arameo en sueños durante la noche, y le dijo: "De ningún modo hables a Jacob ni bien ni mal." (Génesis 31:24)
José tuvo también otro sueño, y se lo contó a sus hermanos, diciendo: "He tenido otro sueño; y el sol, la luna y once estrellas se inclinaban ante mí." (Génesis 37:9)
Pero mientras pensaba en esto, se le apareció en sueños un ángel del Señor, diciéndole: "José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque el Niño que se ha engendrado en ella es del Espíritu Santo. (Mateo 1:20)
Y estando Pilato sentado en el tribunal, su mujer le mandó aviso, diciendo: "No tengas nada que ver con ese Justo, porque hoy he sufrido mucho en sueños por causa de El." (Mateo 27:19)
Tuvo un sueño, y vio que había una escalera apoyada en la tierra cuyo extremo superior alcanzaba hasta el cielo. Por ella los ángeles de Dios subían y bajaban. (Génesis 28:12)
José tuvo un sueño y cuando se lo contó a sus hermanos, ellos lo odiaron aún más. (Génesis 37:5)
Y ellos le respondieron: "Hemos tenido un sueño y no hay nadie que lo interprete." Entonces les dijo José, "¿No pertenecen a Dios las interpretaciones? Les ruego que me lo cuenten." (Génesis 40:8)
El no permitió que nadie los oprimiera, Y por amor a ellos reprendió a reyes, diciéndoles: (Salmos 105:14)
Y aconteció que después de dos años, Faraón tuvo un sueño. Soñó que estaba de pie junto al Nilo. (Génesis 41:1)
Pero cuando Yo diga al impío: 'Ciertamente morirás,' si él se aparta de su pecado y practica el derecho y la justicia, (Ezequiel 33:14)
Entonces Jonás comenzó a recorrer la ciudad camino de un día, y proclamaba: "Dentro de cuarenta días Nínive será arrasada." (Jonás 3:4)
Y habiendo sido advertidos por Dios en sueños que no volvieran a Herodes (el Grande), se fueron para su tierra por otro camino. (Mateo 2:12)