Nueva Biblia Latinoamericana
Y dijo a sus hombres: "El SEÑOR me guarde de hacer tal cosa contra mi rey, el ungido del SEÑOR, de extender contra él mi mano, porque es el ungido del SEÑOR." (1 Samuel 24:6)
David contuvo a sus hombres con estas palabras y no les permitió que se levantaran contra Saúl. Y Saúl se levantó, salió de la cueva, y siguió su camino. (1 Samuel 24:7)
Después de esto David se levantó, salió de la cueva y dio voces tras Saúl, diciendo: "¡Mi señor el rey!" Y cuando Saúl miró hacia atrás, David inclinó su rostro a tierra y se postró. (1 Samuel 24:8)
Y dijo David a Saúl: "¿Por qué escucha usted las palabras de los hombres, que dicen: 'Mire que David procura su mal'?
Hoy han visto sus ojos que el SEÑOR lo ha puesto en mis manos en la cueva en este día; y algunos me dijeron que lo matara, pero mis ojos tuvieron piedad de usted, y dije: 'No extenderé mi mano contra mi rey, porque es el ungido del SEÑOR.' (1 Samuel 24:10)
Mire, padre mío, mire la orilla de su manto en mi mano. Puesto que corté la orilla de su manto y no lo maté, reconozca y vea que no hay maldad ni rebelión en mis manos y que no he pecado contra usted, a pesar de que usted acecha mi vida para quitármela. (1 Samuel 24:11)
Juzgue el SEÑOR entre usted y yo y que el SEÑOR me vengue de usted, pero mi mano no será contra usted. (1 Samuel 24:12)

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1 Samuel 24:9 - Referencia Cruzada

El malhechor escucha a los labios perversos; El mentiroso presta atención a la lengua detractora. (Proverbios 17:4)
Tampoco tomes en serio todas las palabras que se hablan, No sea que oigas a tu siervo maldecirte. (Eclesiastés 7:21)
También la lengua es un fuego, un mundo de iniquidad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, la cual contamina todo el cuerpo, es encendida por el infierno e inflama el curso de nuestra vida. (Santiago 3:6)
No andarás de calumniador entre tu pueblo; no harás nada contra la vida de tu prójimo. Yo soy el SEÑOR. (Levítico 19:16)
Sus jueces son lanzados contra los costados de la peña, Y oyen mis palabras, que son agradables. (Salmos 141:6)
El hombre perverso provoca pleitos, Y el chismoso separa a los mejores amigos. (Proverbios 16:28)
Ahora pues, ruego a mi señor el rey que escuche las palabras de su siervo. Si el SEÑOR lo ha movido a usted contra mí, que El acepte una ofrenda, pero si son hombres, malditos sean delante del SEÑOR, porque me han expulsado hoy para que yo no tenga parte en la heredad del SEÑOR, y me dicen: 'Ve, sirve a otros dioses.' (1 Samuel 26:19)
Destruiré al que en secreto calumnia a su prójimo; No toleraré al de ojos altaneros y de corazón arrogante. (Salmos 101:5)
Las palabras del chismoso son como bocados deliciosos, Y penetran hasta el fondo de las entrañas. (Proverbios 18:8)
La lengua mentirosa odia a los que oprime, Y la boca lisonjera causa ruina. (Proverbios 26:28)
Por falta de leña se apaga el fuego, Y donde no hay chismoso, se calma la discusión. (Proverbios 26:20)
Si un gobernante presta atención a palabras mentirosas, Todos sus servidores se vuelven impíos. (Proverbios 29:12)
El viento del norte trae la lluvia, Y la lengua murmuradora, el semblante lleno de ira. (Proverbios 25:23)