Y el rey dijo a los guardias que le asistían: "Vuélvanse y den muerte a los sacerdotes del SEÑOR, porque la mano de ellos también está con David, y porque sabían que él estaba huyendo y no me lo revelaron." Pero los siervos del rey no quisieron levantar la mano para atacar a los sacerdotes del SEÑOR.
(1 Samuel 22:17)Entonces el rey dijo a Doeg: "Vuélvete y ataca a los sacerdotes." Y Doeg el Edomita, se volvió y atacó a los sacerdotes, y mató aquel día a ochenta y cinco hombres que vestían el efod de lino.
(1 Samuel 22:18)Y a Nob, ciudad de los sacerdotes, la hirió a filo de espada, tanto a hombres como a mujeres, tanto a niños como a niños de pecho; también hirió a filo de espada bueyes, asnos y ovejas.
(1 Samuel 22:19)Pero un hijo de Ahimelec, hijo de Ahitob, llamado Abiatar, escapó y huyó tras David.
Abiatar avisó a David que Saúl había matado a los sacerdotes del SEÑOR.
(1 Samuel 22:21)Entonces David dijo a Abiatar: "Yo sabía aquel día, cuando Doeg el Edomita estaba allí, que de seguro se lo haría saber a Saúl. He causado la muerte de todas las personas en la casa de tu padre.
(1 Samuel 22:22)Quédate conmigo, no temas, porque el que busca mi vida, busca tu vida; pues conmigo estarás a salvo."
(1 Samuel 22:23)Otras publicaciones relacionadas con "1 Samuel 22:20":
1 Samuel 22:20 - Referencia Cruzada
Al huir Abiatar, hijo de Ahimelec, a donde estaba David en Keila, descendió con un efod en la mano.
(1 Samuel 23:6)Sin embargo, a algunos de los tuyos no cortaré de Mi altar para que tus ojos se consuman llorando y tu alma sufra; pero todos los nacidos en tu casa morirán en la flor de la juventud.
(1 Samuel 2:33)Entonces dijo David al sacerdote Abiatar, hijo de Ahimelec: "Te ruego que me traigas el efod." Y Abiatar llevó el efod a David.
(1 Samuel 30:7)Y un hombre de Benjamín corrió del campo de batalla, y llegó aquel mismo día a Silo, con sus vestidos rotos y polvo sobre su cabeza.
(1 Samuel 4:12)David supo que Saúl tramaba el mal contra él; así que le dijo al sacerdote Abiatar: "Trae el efod."
(1 Samuel 23:9)y entonces vino un gran viento del otro lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, y ésta cayó sobre los jóvenes y murieron; sólo yo escapé para contárselo a usted."
(Job 1:19)Entonces dijo el rey al sacerdote Abiatar: "Vete a Anatot, a tu campo, porque mereces morir; pero no te daré muerte en esta ocasión porque llevaste el arca del Señor DIOS delante de mi padre David, y porque fuiste afligido con todas las cosas con que mi padre fue afligido."
(1 Reyes 2:26)y los Sabeos atacaron y se los llevaron. También mataron a los criados a filo de espada. Sólo yo escapé para contárselo a usted."
(Job 1:15)