Nueva Biblia Latinoamericana
Mientras estaba éste hablando, vino otro y dijo: "Fuego de Dios cayó del cielo y quemó las ovejas y a los criados y los consumió; sólo yo escapé para contárselo a usted." (Job 1:16)
Mientras éste estaba hablando, vino otro y dijo: "Los Caldeos formaron tres cuadrillas, se lanzaron sobre los camellos y se los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada. Sólo yo escapé para contárselo a usted." (Job 1:17)
Mientras éste estaba hablando, vino otro y dijo: "Sus hijos y sus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en la casa del hermano mayor, (Job 1:18)
y entonces vino un gran viento del otro lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, y ésta cayó sobre los jóvenes y murieron; sólo yo escapé para contárselo a usted."
Entonces Job se levantó, rasgó su manto, se rasuró la cabeza, y postrándose en tierra, adoró, (Job 1:20)
y dijo: "Desnudo salí del vientre de mi madre Y desnudo volveré allá. El SEÑOR dio y el SEÑOR quitó; Bendito sea el nombre del SEÑOR." (Job 1:21)
En todo esto Job no pecó ni culpó a Dios. (Job 1:22)

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Job 1:19 - Referencia Cruzada

Y su padre Jacob les dijo: "Ustedes me han privado de mis hijos; José ya no existe, y Simeón ya no existe, y ahora se quieren llevar a Benjamín. Todas estas cosas son contra mí." (Génesis 42:36)
Y dijo Sansón: "¡Muera yo con los Filisteos!" Y se inclinó con todas sus fuerzas y el edificio se derrumbó sobre los príncipes y sobre todo el pueblo que estaba en él. Así que los que mató al morir fueron más que los que había matado durante su vida. (Jueces 16:30)
En esa misma ocasión había allí algunos que contaron a Jesús acerca de los Galileos cuya sangre Pilato había mezclado con la de sus sacrificios. (Lucas 13:1)
Entonces enviaron la túnica de muchos colores y la llevaron a su padre, y dijeron: "Encontramos esto. Te rogamos que lo examines para ver si es la túnica de tu hijo o no." (Génesis 37:32)
En aquel tiempo se dirá a este pueblo y a Jerusalén: "Un viento abrasador de las alturas desoladas del desierto, en dirección a la hija de Mi pueblo, no para aventar, ni para limpiar, (Jeremías 4:11)
Cuando los habitantes, vieron el animal colgando de su mano, decían entre sí: "Sin duda que este hombre es un asesino, pues aunque fue salvado del mar, la diosa Justicia no le ha concedido vivir." (Hechos 28:4)
El rey se conmovió profundamente, y subió al aposento que había encima de la puerta y lloró. Y decía así mientras caminaba: "¡Hijo mío Absalón; hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera haber muerto yo en tu lugar! ¡Absalón, hijo mío, hijo mío!" (2 Samuel 18:33)
y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; y cayó, y grande fue su destrucción." (Mateo 7:27)
en los cuales anduvieron en otro tiempo según la corriente (la época) de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia. (Efesios 2:2)
Los demás huyeron a Afec, a la ciudad, y el muro cayó sobre los 27,000 hombres que quedaban. También Ben Adad huyó y se refugió en la ciudad en un aposento interior. (1 Reyes 20:30)