Nueva Biblia Latinoamericana
Mientras hablaba con ellos, el campeón, el Filisteo de Gat llamado Goliat, subió de entre las filas de los Filisteos y habló las mismas palabras de su desafío, y David las oyó. (1 Samuel 17:23)
Cuando todos los hombres de Israel vieron a Goliat, huyeron de él, y tenían gran temor. (1 Samuel 17:24)
Y los hombres de Israel decían: "¿Han visto a ese hombre que sube? Ciertamente sube para desafiar a Israel. El rey colmará con grandes riquezas al que lo mate, le dará su hija y hará libre en Israel a la casa de su padre." (1 Samuel 17:25)
Entonces David preguntó a los que estaban junto a él: "¿Qué harán por el hombre que mate a este Filisteo y quite el oprobio de Israel? ¿Quién es este Filisteo incircunciso para desafiar a los escuadrones del Dios viviente?"
Y el pueblo le respondió según aquella palabra: "Así se hará al hombre que lo mate." (1 Samuel 17:27)
Eliab, su hermano mayor, oyó cuando él hablaba con los hombres; y se encendió la ira de Eliab contra David, y le dijo: "¿Para qué has descendido acá? ¿Con quién has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto? Yo conozco tu soberbia y la maldad de tu corazón, que has descendido para ver la batalla." (1 Samuel 17:28)
Pero David respondió: "¿Qué he hecho yo ahora? ¿No fue sólo una pregunta?" (1 Samuel 17:29)

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1 Samuel 17:26 - Referencia Cruzada

Y devuelve a nuestros vecinos siete veces en su seno La afrenta con que Te han ofendido, Señor. (Salmos 79:12)
Acuérdate de esto, SEÑOR: que el enemigo ha blasfemado, Y que un pueblo insensato ha despreciado Tu nombre. (Salmos 74:18)
Agregué además: "No está bien lo que hacen. ¿No deben andar en el temor de nuestro Dios a causa del oprobio de las naciones enemigas nuestras? (Nehemías 5:9)
¡Ah, Señor! ¿Qué puedo decir, ya que Israel ha vuelto la espalda ante sus enemigos? (Josué 7:8)
El SEÑOR responderá a Su pueblo: "Yo les enviaré grano, vino nuevo y aceite, Y se saciarán de ello, Y nunca más los entregaré al oprobio entre las naciones. (Joel 2:19)
De nuevo el Filisteo dijo: "Hoy desafío a las filas de Israel. Denme un hombre para que luchemos mano a mano." (1 Samuel 17:10)
Nos haces el oprobio de nuestros vecinos, Escarnio y burla de los que nos rodean. (Salmos 44:13)
Pero el SEÑOR es el Dios verdadero; El es el Dios vivo y el Rey eterno. Ante Su enojo tiembla la tierra, Y las naciones son impotentes ante Su indignación. (Jeremías 10:10)
Su siervo ha matado tanto al león como al oso; y este Filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha desafiado a los escuadrones del Dios viviente." (1 Samuel 17:36)
Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento a fin de que conozcamos a Aquél que es verdadero; y nosotros estamos en Aquél que es verdadero, en Su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna. (1 Juan 5:20)
Oh Señor, conforme a todos Tus actos de justicia, apártese ahora Tu ira y Tu furor de Tu ciudad, Jerusalén, Tu santo monte. Porque a causa de nuestros pecados y de las iniquidades de nuestros padres, Jerusalén y Tu pueblo son el oprobio de todos los que nos rodean. (Daniel 9:16)
Pero Nahas el Amonita les dijo: "Lo haré con esta condición: que a todos ustedes les saque yo el ojo derecho; así haré que esto sea una afrenta sobre todo Israel." (1 Samuel 11:2)
Porque, ¿qué hombre hay que haya oído la voz del Dios vivo hablando de en medio del fuego, como nosotros, y haya sobrevivido? (Deuteronomio 5:26)
Pues ellos mismos cuentan acerca de nosotros, de la acogida que tuvimos por parte de ustedes, y de cómo se convirtieron de los ídolos a Dios para servir al Dios vivo y verdadero, (1 Tesalonicenses 1:9)
Tal vez el SEÑOR tu Dios oirá todas las palabras del Rabsaces, a quien su señor, el rey de Asiria, ha enviado para injuriar al Dios vivo, y lo reprenderá por las palabras que el SEÑOR tu Dios ha oído. Eleva, pues, una oración por el remanente que aún queda.'" (2 Reyes 19:4)
Jonatán dijo al joven que llevaba su armadura: "Ven y pasemos a la guarnición de estos incircuncisos; quizá el SEÑOR obrará por nosotros, pues el SEÑOR no está limitado a salvar con muchos o con pocos." (1 Samuel 14:6)