Nueva Biblia Latinoamericana
E Israel y los Filisteos se pusieron en orden de batalla, ejército contra ejército. (1 Samuel 17:21)
Entonces David dejó su carga al cuidado del que guardaba el equipaje y corrió a la línea de combate y entró a saludar a sus hermanos. (1 Samuel 17:22)
Mientras hablaba con ellos, el campeón, el Filisteo de Gat llamado Goliat, subió de entre las filas de los Filisteos y habló las mismas palabras de su desafío, y David las oyó. (1 Samuel 17:23)
Cuando todos los hombres de Israel vieron a Goliat, huyeron de él, y tenían gran temor.
Y los hombres de Israel decían: "¿Han visto a ese hombre que sube? Ciertamente sube para desafiar a Israel. El rey colmará con grandes riquezas al que lo mate, le dará su hija y hará libre en Israel a la casa de su padre." (1 Samuel 17:25)
Entonces David preguntó a los que estaban junto a él: "¿Qué harán por el hombre que mate a este Filisteo y quite el oprobio de Israel? ¿Quién es este Filisteo incircunciso para desafiar a los escuadrones del Dios viviente?" (1 Samuel 17:26)
Y el pueblo le respondió según aquella palabra: "Así se hará al hombre que lo mate." (1 Samuel 17:27)

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1 Samuel 17:24 - Referencia Cruzada

Mil huirán ante la amenaza de uno solo; Ante la amenaza de cinco huirán, Hasta que sean dejados como una enseña (un asta) en la cima de un monte, Y como señal (estandarte) sobre una colina. (Isaías 30:17)
Cuando se dio este aviso a la casa de David: "Los Arameos han acampado en Efraín," se estremeció el corazón del rey y el corazón de su pueblo como se estremecen los árboles del bosque ante el viento. (Isaías 7:2)
¿Cómo es que uno puede perseguir a mil, Y dos hacer huir a diez mil, Si su Roca no los hubiera vendido, Y el SEÑOR no los hubiera entregado? (Deuteronomio 32:30)
Cuando los hombres de Israel vieron que estaban en un apuro, pues el pueblo estaba en gran aprieto, el pueblo se escondió en cuevas, en matorrales, en peñascos, en sótanos y en fosos. (1 Samuel 13:6)
Cuando Saúl y todo Israel oyeron estas palabras del Filisteo, se acobardaron y tuvieron gran temor. (1 Samuel 17:11)
Vimos allí también a los gigantes (los hijos de Anac son parte de la raza de los gigantes); y a nosotros nos pareció que éramos como langostas; y así parecíamos ante sus ojos." (Números 13:33)
En cuanto a los que queden de ustedes, infundiré cobardía en sus corazones en la tierra de sus enemigos; y el sonido de una hoja que se mueva los ahuyentará, y aun cuando nadie los persiga, huirán como quien huye de la espada, y caerán. (Levítico 26:36)