Y se levantó Samuel muy de mañana para ir al encuentro de Saúl; y se le dio aviso a Samuel: Saúl se ha ido a Carmel, donde se ha levantado un monumento para sí, y dando la vuelta, ha seguido adelante bajando a Gilgal.
(1 Samuel 15:12)
Entonces Samuel vino a Saúl, y Saúl le dijo: "¡Bendito seas del SEÑOR! He cumplido el mandamiento del SEÑOR."
(1 Samuel 15:13)
Pero Samuel dijo: "¿Qué es este balido de ovejas en mis oídos y el mugido de bueyes que oigo?"
(1 Samuel 15:14)
Y Saúl respondió: "Los han traído de los Amalecitas, porque el pueblo perdonó lo mejor de las ovejas y de los bueyes, para sacrificar al SEÑOR tu Dios; pero lo demás lo destruimos por completo."
Dijo entonces Samuel a Saúl: "Espera, déjame declararte lo que el SEÑOR me dijo anoche." Y él le dijo: "Habla."
(1 Samuel 15:16)
Y Samuel dijo: "¿No es verdad que aunque eras pequeño a tus propios ojos, fuiste nombrado jefe de las tribus de Israel y el SEÑOR te ungió rey sobre Israel,
(1 Samuel 15:17)
y que el SEÑOR te envió en una misión, y te dijo: 'Ve, y destruye por completo a los pecadores, los Amalecitas, y lucha contra ellos hasta que sean exterminados?'
(1 Samuel 15:18)
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1 Samuel 15:15 - Referencia Cruzada
El hombre respondió: "La mujer que Tú me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí."
(Génesis 3:12)
¿Acaso he cubierto mis transgresiones como Adán, Ocultando en mi seno mi iniquidad,
(Job 31:33)
No se encienda la ira de mi señor," respondió Aarón; "tú conoces al pueblo, que es propenso al mal.
(Éxodo 32:22)
Pero el pueblo tomó del botín ovejas y bueyes, lo mejor de las cosas dedicadas al anatema (a la destrucción), para ofrecer sacrificio al SEÑOR tu Dios en Gilgal."
(1 Samuel 15:21)
Pero queriendo él justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: "¿Y quién es mi prójimo?"
(Lucas 10:29)
Pero Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y lo mejor de las ovejas, de los bueyes, de los animales engordados, de los corderos y de todo lo bueno. No lo quisieron destruir por completo; pero todo lo despreciable y sin valor lo destruyeron totalmente.
(1 Samuel 15:9)
Y enviándolos a Belén (Casa del Pan), dijo: "Vayan y busquen con diligencia al Niño; y cuando Lo encuentren, avísenme para que yo también vaya y Lo adore."
(Mateo 2:8)
El que encubre sus pecados no prosperará, Pero el que los confiesa y los abandona hallará misericordia.
(Proverbios 28:13)