Cuando todos los hombres de Israel que se habían escondido en la región montañosa de Efraín oyeron que los Filisteos habían huido, ellos también los persiguieron muy de cerca en la batalla.
(1 Samuel 14:22)Así libró el SEÑOR a Israel en aquel día. La batalla se extendió más allá de Bet Avén.
(1 Samuel 14:23)Pero los hombres de Israel estaban en gran aprieto aquel día, porque Saúl había puesto al pueblo bajo juramento, diciendo: "Maldito sea el hombre que tome alimento antes del anochecer, antes que me haya vengado de mis enemigos." Y nadie del pueblo probó alimento.
(1 Samuel 14:24)Y todo el pueblo de la tierra entró en el bosque, y había miel en el suelo.
Y al entrar el pueblo en el bosque, vieron que la miel destilaba, pero nadie se llevó la mano a la boca, porque el pueblo temía el juramento.
(1 Samuel 14:26)Pero Jonatán no había oído cuando su padre puso al pueblo bajo juramento; por lo cual extendió la punta de la vara que llevaba en su mano, la metió en un panal de miel y se llevó la mano a la boca, y brillaron sus ojos.
(1 Samuel 14:27)Entonces uno del pueblo le dijo: "Tu padre puso bajo estricto juramento al pueblo y dijo: 'Maldito sea el hombre que tome alimento hoy.'" Y el pueblo estaba desfallecido.
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1 Samuel 14:25 - Referencia Cruzada
Y le contaron a Moisés, y le dijeron: "Fuimos a la tierra adonde nos enviaste; ciertamente mana leche y miel, y éste es el fruto de ella.
(Números 13:27)De otra manera los de la tierra de donde Tú nos sacaste dirán: "Por cuanto el SEÑOR no pudo hacerlos entrar en la tierra que les había prometido y porque los aborreció, los sacó para hacerlos morir en el desierto.'
(Deuteronomio 9:28)Y él, Juan, tenía un vestido de pelo de camello y un cinto de cuero a la cintura; y su comida era de langostas (saltamontes) y miel silvestre.
(Mateo 3:4)Así que he descendido para librarlos de mano de los Egipcios, y para sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al lugar de los Cananeos, de los Hititas, de los Amorreos, de los Ferezeos, de los Heveos y de los Jebuseos.
(Éxodo 3:8)