Nueva Biblia Latinoamericana
Tan pronto como terminó de ofrecer el holocausto, llegó Samuel; y Saúl salió a su encuentro para saludarle. (1 Samuel 13:10)
Pero Samuel dijo: "¿Qué has hecho?" Y Saúl respondió: "Como vi que el pueblo se me dispersaba, que tú no llegabas dentro de los días señalados y que los Filisteos estaban reunidos en Micmas, (1 Samuel 13:11)
me dije: 'Ahora los Filisteos descenderán contra mí en Gilgal, y no he implorado el favor del SEÑOR.' Así que me vi forzado, y ofrecí el holocausto." (1 Samuel 13:12)
Samuel dijo a Saúl: "Has obrado neciamente; no has guardado el mandamiento que el SEÑOR tu Dios te ordenó, pues ahora el SEÑOR hubiera establecido tu reino sobre Israel para siempre.
Pero ahora tu reino no perdurará. El SEÑOR ha buscado para sí un hombre conforme a Su corazón, y el SEÑOR lo ha designado como príncipe sobre Su pueblo porque tú no guardaste lo que el SEÑOR te ordenó." (1 Samuel 13:14)
Entonces Samuel se levantó y subió de Gilgal a Guibeá de Benjamín. Y Saúl contó el pueblo que se hallaba con él, como 600 hombres. (1 Samuel 13:15)
Y Saúl, su hijo Jonatán y el pueblo que se hallaba con ellos, estaban situados en Geba de Benjamín, mientras los Filisteos acampaban en Micmas. (1 Samuel 13:16)

Otras publicaciones relacionadas con "1 Samuel 13:13":

Dr. Roberto Miranda
Obedecer es mejor que los sacrificios
En este sermón, el pastor habla sobre la importancia de la obediencia y la integridad en nuestra vida cristiana, basado en el libro de Samuel y el pasaje de 1 Samuel 15:22-23. Se enfatiza que la desobediencia trae consecuencias funestas y que debemos caminar rectamente delante de Dios.


Dr. Roberto Miranda
Donde están la alabanza y la Presencia de Dios los demonios quedan neutralizados
En este estudio, el Dr. Roberto Miranda explora cómo la adoración y la unción del Espíritu Santo pueden neutralizar los poderes del mal y cambiar las circunstancias para cumplir los propósitos de Dios en nuestra vida.


1 Samuel 13:13 - Referencia Cruzada

Porque antes Herodes (Antipas) había prendido a Juan, y lo había atado y puesto en la cárcel por causa de Herodías, mujer de su hermano Felipe; (Mateo 14:3)
Porque los ojos del SEÑOR recorren toda la tierra para fortalecer a aquéllos cuyo corazón es completamente Suyo. Tú has obrado neciamente en esto. Ciertamente, desde ahora habrá guerras contra ti." (2 Crónicas 16:9)
Me pesa haber hecho rey a Saúl, porque ha dejado de seguirme y no ha cumplido Mis mandamientos." Y Samuel se conmovió, y clamó al SEÑOR toda la noche. (1 Samuel 15:11)
Entonces Natán dijo a David: "Tú eres aquel hombre. Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: 'Yo te ungí rey sobre Israel y te libré de la mano de Saúl. (2 Samuel 12:7)
Que dice a un rey: 'Indigno,' A los nobles: 'Perversos'; (Job 34:18)
Y Acab dijo a Elías: "¿Me has encontrado, enemigo mío?" Y él respondió: "Te he encontrado, porque te has vendido para hacer el mal ante los ojos del SEÑOR. (1 Reyes 21:20)
Entonces se encendió la ira del SEÑOR contra Amasías, y le envió un profeta que le dijo: "¿Por qué has buscado a los dioses de otro pueblo que no pudieron librar a su propio pueblo de tu mano?" (2 Crónicas 25:15)
No te reprendo por tus sacrificios, Ni por tus holocaustos, que están continuamente delante de Mí. (Salmos 50:8)
Y Samuel dijo: "¿Se complace el SEÑOR tanto En holocaustos y sacrificios Como en la obediencia a la voz del SEÑOR? Entiende, el obedecer es mejor que un sacrificio, Y el prestar atención, que la grasa de los carneros. (1 Samuel 15:22)
Pero el vidente Jehú, hijo de Hananí, salió a encontrarlo y dijo al rey Josafat: "¿Vas a ayudar al impío y amar a los que odian al SEÑOR, y con esto traer sobre ti la ira del SEÑOR? (2 Crónicas 19:2)
La insensatez del hombre pervierte su camino, Y su corazón se irrita contra el SEÑOR. (Proverbios 19:3)
Y él respondió: "Yo no he perturbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, porque ustedes han abandonado los mandamientos del SEÑOR y han seguido a los baales. (1 Reyes 18:18)
Entonces Samuel le dijo: "Hoy el SEÑOR ha arrancado de ti el reino de Israel, y lo ha dado a un prójimo tuyo que es mejor que tú. (1 Samuel 15:28)