y les preguntó: "¿Por qué hacen estas cosas, las cosas malas de que oigo hablar a todo este pueblo?
(1 Samuel 2:23)No, hijos míos; porque no es bueno el informe que oigo circular por el pueblo del SEÑOR.
(1 Samuel 2:24)Si un hombre peca contra otro, Dios mediará por él; pero si un hombre peca contra el SEÑOR, ¿quién intercederá por él?" Pero ellos no escucharon la voz de su padre, porque el SEÑOR quería que murieran.
(1 Samuel 2:25)Y el niño Samuel crecía en estatura y en gracia para con el SEÑOR y para con los hombres.
Entonces un hombre de Dios vino a Elí y le dijo: "Así dice el SEÑOR: '¿No me revelé ciertamente a la casa de tu padre cuando ellos estaban en Egipto como esclavos de la casa de Faraón?
(1 Samuel 2:27)¿No los escogí de entre todas las tribus (la de Leví) de Israel para ser Mis sacerdotes, para subir a Mi altar, para quemar incienso, para llevar un efod delante de Mí? ¿No le di a la casa de tu padre todas las ofrendas encendidas de los Israelitas?
(1 Samuel 2:28)¿Por qué pisotean Mi sacrificio y Mi ofrenda que he ordenado en Mi morada, y honras a tus hijos más que a Mí, engordándose ustedes con lo mejor de cada ofrenda de Mi pueblo Israel?'
(1 Samuel 2:29)Otras publicaciones relacionadas con "1 Samuel 2:26":
1 Samuel 2:26 - Referencia Cruzada
Y el Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre El.
(Lucas 2:40)Y el niño crecía y se fortalecía en espíritu; y vivió en lugares desiertos hasta el día en que apareció en público a Israel.
(Lucas 1:80)alabando a Dios y hallando favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día al número de ellos los que iban siendo salvos.
(Hechos 2:47)La misericordia y la verdad nunca se aparten de ti; Atalas a tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón.
(Proverbios 3:3)Porque el que de esta manera sirve a Cristo, es aceptable a Dios y aprobado por los hombres.
(Romanos 14:18)El SEÑOR visitó a Ana, y ella concibió y dio a luz tres hijos y dos hijas. Y el niño Samuel crecía delante del SEÑOR.
(1 Samuel 2:21)Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura (edad) y en gracia para con Dios y los hombres.
(Lucas 2:52)