Nueva Biblia Latinoamericana
y le dijeron: "No, sino que ciertamente volveremos contigo a tu pueblo." (Rut 1:10)
Pero Noemí dijo: "Vuélvanse, hijas mías. ¿Por qué quieren ir conmigo? ¿Acaso tengo aún hijos en mis entrañas para que sean sus maridos? (Rut 1:11)
Vuélvanse, hijas mías. Váyanse, porque soy demasiado vieja para tener marido. Si dijera que tengo esperanza, y si aun tuviera un marido esta noche y también diera a luz hijos, (Rut 1:12)
¿esperarían por eso hasta que fueran mayores? ¿Dejarían ustedes de casarse por eso? No, hijas mías, porque eso es más difícil para mí que para ustedes, pues la mano del SEÑOR se ha levantado contra mí."
Y ellas alzaron sus voces y lloraron otra vez; y Orfa besó a su suegra, pero Rut se quedó con ella. (Rut 1:14)
Entonces Noemí dijo: "Mira, tu cuñada ha regresado a su pueblo y a sus dioses; vuelve tras tu cuñada." (Rut 1:15)
Pero Rut le respondió: "No insistas en que te deje o que deje de seguirte; porque adonde tú vayas, yo iré, y donde tú mores, moraré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. (Rut 1:16)

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Rut 1:13 - Referencia Cruzada

Por tanto, mandaron a reunir a todos los príncipes de los Filisteos, y les dijeron: "Saquen de aquí el arca del Dios de Israel, y que vuelva a su sitio, para que no nos mate a nosotros y a nuestro pueblo." Porque había un pánico mortal por toda la ciudad; la mano de Dios se hizo muy pesada allí. (1 Samuel 5:11)
Porque Tus flechas se han clavado en mí, Y sobre mí ha descendido Tu mano. (Salmos 38:2)
Por dondequiera que iban, la mano del SEÑOR estaba contra ellos para mal, tal como el SEÑOR había dicho y como el SEÑOR les había jurado, y se angustiaron en gran manera. (Jueces 2:15)
Tengan piedad, tengan piedad de mí, ustedes mis amigos, Porque la mano de Dios me ha herido. (Job 19:21)
Además, la mano del SEÑOR fue contra ellos, para destruirlos de en medio del campamento, hasta que todos perecieron. (Deuteronomio 2:15)
Porque día y noche Tu mano pesaba sobre mí; Mi vitalidad se desvanecía con el calor del verano. (Selah) (Salmos 32:4)
Mudo me he quedado, no abro la boca, Porque Tú eres el que ha obrado. (Salmos 39:9)