Nueva Biblia Latinoamericana
Los Horeos habitaban antes en Seir, pero los hijos de Esaú los desalojaron y los destruyeron delante de ellos, y se establecieron en su lugar, tal como Israel hizo con la tierra que el SEÑOR les dio en posesión.) (Deuteronomio 2:12)
Levántense ahora, y crucen el torrente de Zered,' dijo el S&EÑOR. Y cruzamos el torrente de Zered. (Deuteronomio 2:13)
El tiempo que nos llevó para venir de Cades Barnea, hasta que cruzamos el torrente de Zered, fue de treinta y ocho años; hasta que pereció toda la generación de los hombres de guerra de en medio del campamento, como el SEÑOR les había jurado. (Deuteronomio 2:14)
Además, la mano del SEÑOR fue contra ellos, para destruirlos de en medio del campamento, hasta que todos perecieron.
Cuando todos los hombres de guerra ya habían perecido de entre el pueblo, (Deuteronomio 2:16)
el SEÑOR me habló: (Deuteronomio 2:17)
Tú cruzarás hoy por Ar la frontera de Moab. (Deuteronomio 2:18)

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Deuteronomio 2:15 - Referencia Cruzada

Por tanto, mandaron a reunir a todos los príncipes de los Filisteos, y les dijeron: "Saquen de aquí el arca del Dios de Israel, y que vuelva a su sitio, para que no nos mate a nosotros y a nuestro pueblo." Porque había un pánico mortal por toda la ciudad; la mano de Dios se hizo muy pesada allí. (1 Samuel 5:11)
Sin embargo, Dios no se agradó de la mayor parte de ellos, y por eso quedaron tendidos en el desierto. (1 Corintios 10:5)
Y la mano del SEÑOR se hizo pesada sobre los de Asdod, y los desoló y los hirió con tumores, tanto a Asdod como a sus territorios. (1 Samuel 5:6)
Los Filisteos fueron sometidos y no volvieron más dentro de los límites de Israel. Y la mano del SEÑOR estuvo contra los Filisteos todos los días de Samuel. (1 Samuel 7:13)
Por dondequiera que iban, la mano del SEÑOR estaba contra ellos para mal, tal como el SEÑOR había dicho y como el SEÑOR les había jurado, y se angustiaron en gran manera. (Jueces 2:15)
Porque día y noche Tu mano pesaba sobre mí; Mi vitalidad se desvanecía con el calor del verano. (Selah) (Salmos 32:4)
Porque hemos sido consumidos con Tu ira, Y por Tu furor hemos sido conturbados. (Salmos 90:7)
Cuando lo vean, se llenará de gozo su corazón, Y sus huesos florecerán como hierba tierna. La mano del SEÑOR se dará a conocer a Sus siervos, Y Su indignación a Sus enemigos. (Isaías 66:14)
El, pues, hizo terminar sus días en vanidad, Y sus años en terror súbito. (Salmos 78:33)
Pero después que la habían trasladado, la mano del SEÑOR estuvo contra la ciudad causando gran confusión; e hirió a los hombres de la ciudad, desde el menor hasta el mayor, saliéndoles tumores. (1 Samuel 5:9)
Por tanto, les juró Abatirlos en el desierto, (Salmos 106:26)