Nueva Biblia Latinoamericana
Murieron también los dos, Mahlón y Quelión, y la mujer quedó privada de sus dos hijos y de su marido. (Rut 1:5)
Entonces se levantó con sus nueras para regresar de la tierra de Moab, porque ella había oído en la tierra de Moab que el SEÑOR había visitado a Su pueblo dándole alimento. (Rut 1:6)
Salió, pues, del lugar donde estaba, y sus dos nueras con ella, y se pusieron en camino para volver a la tierra de Judá. (Rut 1:7)
Y Noemí dijo a sus dos nueras: "Vayan, regrese cada una a la casa de su madre. Que el SEÑOR tenga misericordia de ustedes como ustedes la han tenido con los que murieron y conmigo.
Que el SEÑOR les conceda que hallen descanso, cada una en la casa de su marido." Entonces las besó, y ellas alzaron sus voces y lloraron, (Rut 1:9)
y le dijeron: "No, sino que ciertamente volveremos contigo a tu pueblo." (Rut 1:10)
Pero Noemí dijo: "Vuélvanse, hijas mías. ¿Por qué quieren ir conmigo? ¿Acaso tengo aún hijos en mis entrañas para que sean sus maridos? (Rut 1:11)

Otras publicaciones relacionadas con "Rut 1:8":

Dr. Roberto Miranda
Dios no te da lo que tú quieres sino lo que tú necesitas
En este sermón, el pastor habla sobre cómo superar las tragedias y pérdidas de la vida a través de la perspectiva correcta y de la nobleza. Utiliza la historia de Ruth y Noemí en el Libro de Ruth para ilustrar su punto.


Dr. Roberto Miranda
Nunca te des por vencido
En este sermón, el pastor reflexiona sobre el Libro de Ruth en la Biblia y destaca los principios espirituales aplicados a la vida normal que se pueden aprender de la historia. También habla sobre cómo Dios trabaja en nuestras vidas a través de las pruebas y las pérdidas, y cómo nunca debemos darnos por vencidos porque Dios siempre está con nosotros y tiene planes buenos para nosotros.


Rut 1:8 - Referencia Cruzada

Noemí dijo a su nuera: "Sea él bendito del SEÑOR, porque no ha rehusado su bondad ni a los vivos ni a los muertos." Le dijo también Noemí: "El hombre es nuestro pariente; es uno de nuestros parientes más cercanos." (Rut 2:20)
Conceda el Señor misericordia a la casa de Onesíforo, porque muchas veces me dio consuelo y no se avergonzó de mis cadenas. (2 Timoteo 1:16)
Las mujeres estén sometidas a sus propios maridos como al Señor. (Efesios 5:22)
Mujeres, estén sujetas a sus maridos, como conviene en el Señor. (Colosenses 3:18)
Grandes multitudes acompañaban a Jesús; y El, volviéndose, les dijo: (Lucas 14:25)
sabiendo que del Señor recibirán la recompensa de la herencia. Es a Cristo el Señor a quien sirven. (Colosenses 3:24)
Pero lo he recibido todo y tengo abundancia. Estoy bien abastecido, habiendo recibido de Epafrodito lo que han enviado: fragante aroma, sacrificio aceptable, agradable a Dios. (Filipenses 4:18)
Murieron también los dos, Mahlón y Quelión, y la mujer quedó privada de sus dos hijos y de su marido. (Rut 1:5)
Y si no les parece bien servir al SEÑOR, escojan hoy a quién han de servir: si a los dioses que sirvieron sus padres, que estaban al otro lado del río, o a los dioses de los Amorreos en cuya tierra habitan. Pero yo y mi casa, serviremos al SEÑOR." (Josué 24:15)
HONRA A TU PADRE Y A &TU MADRE (que es el primer mandamiento con promesa), (Efesios 6:2)