Nueva Biblia Latinoamericana
Pero 600 hombres se volvieron y huyeron al desierto, a la peña de Rimón, y permanecieron en la peña de Rimón cuatro meses. (Jueces 20:47)
Entonces los hombres de Israel se volvieron contra los hijos de Benjamín y los hirieron a filo de espada, a toda la ciudad, así como el ganado y todo lo que encontraron; también prendieron fuego a todas las ciudades que hallaron. (Jueces 20:48)
Los hombres de Israel habían jurado en Mizpa y dijeron: "Ninguno de nosotros dará su hija por mujer a los de Benjamín." (Jueces 21:1)
Entonces el pueblo vino a Betel (Casa de Dios), y permaneció allí delante de Dios hasta la noche. Y alzaron sus voces y lloraron amargamente.
¿Por qué, oh SEÑOR, Dios de Israel," dijeron, "ha sucedido esto en Israel, que falte hoy una tribu en Israel?" (Jueces 21:3)
Y al día siguiente el pueblo se levantó temprano, y edificaron allí un altar y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz. (Jueces 21:4)
Después los Israelitas dijeron: "¿Quién de entre todas las tribus de Israel no subió a la asamblea del SEÑOR?" Porque habían hecho gran juramento en cuanto a todo aquél que no subiera al SEÑOR en Mizpa, diciendo: "Ciertamente se le dará muerte." (Jueces 21:5)

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Jueces 21:2 - Referencia Cruzada

Y subieron los Israelitas y lloraron delante del SEÑOR hasta la noche, y consultaron al SEÑOR, diciendo: "¿Nos acercaremos otra vez para combatir contra los hijos de mi hermano Benjamín?" Y el SEÑOR dijo: "Suban contra él." (Jueces 20:23)
Entonces toda la congregación de los Israelitas se reunió en Silo, y levantaron allí la tienda de reunión; y la tierra estaba sometida delante de ellos. (Josué 18:1)
Entonces David y la gente que estaba con él alzaron su voz y lloraron, hasta que no les quedaron fuerzas para llorar. (1 Samuel 30:4)
Los Israelitas se levantaron, subieron a Betel (Casa de Dios), y consultaron a Dios, y preguntaron: "¿Quién de nosotros subirá primero a pelear contra la tribu de Benjamín?" Entonces el SEÑOR respondió: "Judá subirá primero." (Jueces 20:18)
Cuando el ángel del SEÑOR habló estas palabras a todos los Israelitas, el pueblo alzó su voz y lloró. (Jueces 2:4)
Todos los Israelitas y todo el pueblo subieron y vinieron a Betel y lloraron; y permanecieron allí delante del SEÑOR y ayunaron ese día hasta la noche. Y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz delante del SEÑOR. (Jueces 20:26)
Y Esaú dijo a su padre: "¿No tienes más que una bendición, padre mío? Bendíceme, bendíceme también a mí, padre mío." Y Esaú alzó su voz y lloró. (Génesis 27:38)
Y hallaron entre los habitantes de Jabes Galaad a 400 vírgenes que no se habían acostado con varón. Y las llevaron al campamento en Silo, que está en la tierra de Canaán. (Jueces 21:12)