Nueva Biblia Latinoamericana
Y dijo Sansón: "¡Muera yo con los Filisteos!" Y se inclinó con todas sus fuerzas y el edificio se derrumbó sobre los príncipes y sobre todo el pueblo que estaba en él. Así que los que mató al morir fueron más que los que había matado durante su vida. (Jueces 16:30)
Entonces descendieron sus hermanos y toda la casa de su padre, y tomándolo, lo llevaron y lo sepultaron entre Zora y Estaol en la tumba de Manoa, su padre. Sansón había juzgado a Israel veinte años. (Jueces 16:31)
Había un hombre de la región montañosa de Efraín, llamado Micaía. (Jueces 17:1)
Y él dijo a su madre: "Las 1,100 monedas de plata que te quitaron, acerca de las cuales proferiste una maldición a mis oídos, mira, esa plata está en mi poder; yo la tomé." "Bendito sea mi hijo por el SEÑOR," le dijo su madre.
Entonces él devolvió las 1,100 monedas de plata a su madre, y su madre dijo: "Yo de corazón dedico la plata de mi mano al SEÑOR por mi hijo, para hacer una imagen tallada y una de fundición; ahora, por tanto, yo te las devuelvo." (Jueces 17:3)
Cuando él devolvió la plata a su madre, su madre tomó 200 monedas de plata y se las dio al platero que las convirtió en una imagen tallada y una de fundición, las cuales quedaron en casa de Micaía. (Jueces 17:4)
Y este hombre Micaía tenía un santuario. Hizo un efod e ídolos domésticos, y consagró a uno de sus hijos para que fuera su sacerdote. (Jueces 17:5)

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Jueces 17:2 - Referencia Cruzada

Porque del deseo de su corazón se gloría el impío, Y el codicioso maldice y desprecia al SEÑOR. (Salmos 10:3)
Pero los hombres de Israel estaban en gran aprieto aquel día, porque Saúl había puesto al pueblo bajo juramento, diciendo: "Maldito sea el hombre que tome alimento antes del anochecer, antes que me haya vengado de mis enemigos." Y nadie del pueblo probó alimento. (1 Samuel 14:24)
Entonces uno del pueblo le dijo: "Tu padre puso bajo estricto juramento al pueblo y dijo: 'Maldito sea el hombre que tome alimento hoy.'" Y el pueblo estaba desfallecido. (1 Samuel 14:28)
Si alguien no ama al Señor, que sea anatema (maldito). ¡Maranata! (¡El Señor viene!) (1 Corintios 16:22)
pues el que lo saluda participa en sus malas obras. (2 Juan 1:11)
Cuando Labán vio el anillo y los brazaletes en las manos de su hermana, y oyó las palabras de su hermana Rebeca, que le contó: "Esto es lo que el hombre me dijo," Labán fue al hombre, que estaba con los camellos junto a la fuente, (Génesis 24:30)
Ahora pues, ruego a mi señor el rey que escuche las palabras de su siervo. Si el SEÑOR lo ha movido a usted contra mí, que El acepte una ofrenda, pero si son hombres, malditos sean delante del SEÑOR, porque me han expulsado hoy para que yo no tenga parte en la heredad del SEÑOR, y me dicen: 'Ve, sirve a otros dioses.' (1 Samuel 26:19)
El que roba a su padre o a su madre Y dice: "No es transgresión," Es compañero del hombre destructor. (Proverbios 28:24)
Entonces Samuel vino a Saúl, y Saúl le dijo: "¡Bendito seas del SEÑOR! He cumplido el mandamiento del SEÑOR." (1 Samuel 15:13)
Maldito el que hace la obra del SEÑOR con engaño; Maldito el que retrae su espada de la sangre. (Jeremías 48:10)
No tomarás el nombre del SEÑOR tu Dios en vano, porque el SEÑOR no tendrá por inocente al que tome Su nombre en vano. (Éxodo 20:7)
Maldigan a Meroz,' dijo el ángel del SEÑOR, 'maldigan, maldigan a sus moradores; Porque no vinieron en ayuda del SEÑOR, En ayuda del SEÑOR contra los guerreros.' (Jueces 5:23)
Así que los reprendí y los maldije, herí a algunos de ellos y les arranqué el cabello, y les hice jurar por Dios, diciéndoles: "No darán sus hijas a sus hijos; tampoco tomarán de sus hijas para sus hijos ni para ustedes mismos. (Nehemías 13:25)
Maldito el que desprecie a su padre o a su madre.' Y todo el pueblo dirá: 'Amén.' (Deuteronomio 27:16)
El lo bendijo, diciendo: "Bendito sea Abram del Dios Altísimo, Creador (Dueño) del cielo y de la tierra; (Génesis 14:19)
Y Saúl dijo: "Benditos sean del SEÑOR, porque se compadecieron de mí. (1 Samuel 23:21)
Entonces él dijo: "Bendita seas del SEÑOR, hija mía. Has hecho tu última bondad mejor que la primera, al no ir en pos de los jóvenes, ya sean pobres o ricos. (Rut 3:10)
Porque desearía yo mismo ser anatema (maldito), separado de Cristo por amor a mis hermanos, mis parientes (los de mi raza) según la carne. (Romanos 9:3)
Entonces él comenzó a maldecir y a jurar: "¡Yo no conozco al hombre!" Y al instante un gallo cantó. (Mateo 26:74)