Nueva Biblia Latinoamericana
Cuando salió al portal, lo vio otra sirvienta y dijo a los que estaban allí: "Este estaba con Jesús el Nazareno." (Mateo 26:71)
Y otra vez él lo negó con juramento: "¡Yo no conozco a ese hombre!" (Mateo 26:72)
Un poco después se acercaron los que estaban allí y dijeron a Pedro: "Seguro que tú también eres uno de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre." (Mateo 26:73)
Entonces él comenzó a maldecir y a jurar: "¡Yo no conozco al hombre!" Y al instante un gallo cantó.
Pedro se acordó de lo que Jesús había dicho: "Antes que el gallo cante, Me negarás tres veces." Y saliendo afuera, lloró amargamente. (Mateo 26:75)
Cuando llegó la mañana, todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo celebraron consejo para dar muerte a Jesús. (Mateo 27:1)
Y después de atar a Jesús, Lo llevaron y Lo entregaron a Pilato, el gobernador. (Mateo 27:2)

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Mateo 26:74 - Referencia Cruzada

Pero él lo negó, diciendo: "Ni sé, ni entiendo de qué hablas." Entonces Pedro salió al portal, y un gallo cantó. (Marcus 14:68)
Cuando acabaron de desayunar, Jesús dijo a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿Me amas más que éstos?" "Sí, Señor, Tú sabes que Te quiero," Le contestó* Pedro. Jesús le dijo: "Apacienta Mis corderos." (Juan 21:15)
Todo el pueblo contestó: "¡Caiga Su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!" (Mateo 27:25)
Jesús le contestó: "En verdad te digo que hoy, esta misma noche, antes que el gallo cante dos veces, Me negarás tres veces." (Marcus 14:30)
Pero Pedro dijo: "Hombre, yo no sé de qué hablas." Al instante, estando él todavía hablando, cantó un gallo. (Lucas 22:60)
Y Pedro lo negó otra vez, y al instante cantó un gallo. (Juan 18:27)
Pero él comenzó a maldecir y a jurar: "¡Yo no conozco a este hombre de quien hablan!" (Marcus 14:71)
Porque desearía yo mismo ser anatema (maldito), separado de Cristo por amor a mis hermanos, mis parientes (los de mi raza) según la carne. (Romanos 9:3)
Pero nosotros no le podemos dar mujeres de nuestras hijas." Porque los Israelitas habían jurado: "Maldito el que dé mujer a los de Benjamín." (Jueces 21:18)
No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; más bien teman a Aquél que puede hacer perecer tanto el alma como el cuerpo en el infierno. (Mateo 10:28)
Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Sé, pues, celoso y arrepiéntete. (Apocalipsis 3:19)
Cuando se hizo de día, los Judíos tramaron una conspiración y se comprometieron bajo juramento, diciendo que no comerían ni beberían hasta que hubieran matado a Pablo. (Hechos 23:12)
Y él dijo a su madre: "Las 1,100 monedas de plata que te quitaron, acerca de las cuales proferiste una maldición a mis oídos, mira, esa plata está en mi poder; yo la tomé." "Bendito sea mi hijo por el SEÑOR," le dijo su madre. (Jueces 17:2)
Por tanto, todo el que Me confiese delante de los hombres, Yo también lo confesaré delante de Mi Padre que está en los cielos. (Mateo 10:32)
Si alguien no ama al Señor, que sea anatema (maldito). ¡Maranata! (¡El Señor viene!) (1 Corintios 16:22)
Pero los hombres de Israel estaban en gran aprieto aquel día, porque Saúl había puesto al pueblo bajo juramento, diciendo: "Maldito sea el hombre que tome alimento antes del anochecer, antes que me haya vengado de mis enemigos." Y nadie del pueblo probó alimento. (1 Samuel 14:24)