Nueva Biblia Latinoamericana
Después dijo a Zeba y a Zalmuna: "¿Qué clase de hombres eran los que ustedes mataron en Tabor?" "Eran como tú," respondieron ellos, "cada uno parecía hijo de rey." (Jueces 8:18)
Eran mis hermanos," dijo él, "hijos de mi madre. Vive el SEÑOR, que si los hubieran dejado con vida, yo no les quitaría la vida a ustedes." (Jueces 8:19)
Y dijo a Jeter su primogénito: "Levántate y mátalos." Pero el joven no sacó la espada porque tenía temor, pues todavía era muchacho. (Jueces 8:20)
Entonces Zeba y Zalmuna dijeron: "Levántate tú y cae sobre nosotros; porque como es el hombre, así es su fortaleza (valentía)." Y se levantó Gedeón y mató a Zeba y a Zalmuna, y tomó los adornos de media luna que sus camellos llevaban al cuello.
Los hombres de Israel le dijeron a Gedeón: "Reina sobre nosotros, tú y tus hijos, y también el hijo de tu hijo, porque nos has librado de la mano de Madián." (Jueces 8:22)
Pero Gedeón les respondió: "No reinaré sobre ustedes, ni tampoco reinará sobre ustedes mi hijo. El SEÑOR reinará sobre ustedes." (Jueces 8:23)
Quisiera pedirles," Gedeón les dijo, "que cada uno de ustedes me dé un zarcillo de su botín" (pues tenían zarcillos de oro, porque eran Ismaelitas). (Jueces 8:24)

Otras publicaciones relacionadas con "Jueces 8:21":

Gregory Bishop
Gedeón
La historia de Gedeón en el Libro de Jueces habla sobre su llamado divino para liderar a los israelitas y salvarlos del enemigo. A través de sus dudas e incertidumbres, aprende a confiar en Dios y lidera a su pueblo a la victoria contra un gran ejército enemigo.


Dr. Roberto Miranda
Segundo Servicio Jueces 7:7
En este sermón, el Dr. Roberto Miranda explica las lecciones espirituales que se pueden aprender del pasaje de Jueces 7:7 y cómo aplicarlas a la vida cristiana actual. Se habla de la importancia de tener la unción, el discernimiento profético, la visibilidad y la proclamación del Evangelio en la batalla espiritual.


Jueces 8:21 - Referencia Cruzada

En aquel día el Señor les quitará los adornos: las ajorcas los tocados y lunetas, (Isaías 3:18)
El peso de los zarcillos de oro que él pidió fue de 1,700 siclos (19.4 kilos) de oro, sin contar los adornos de media luna, los pendientes y los vestidos de púrpura que llevaban los reyes de Madián y sin contar los collares que llevaban sus camellos al cuello. (Jueces 8:26)
Pon a sus nobles como a Oreb y Zeeb, Y a todos sus príncipes como a Zeba y Zalmuna, (Salmos 83:11)
Entonces él llamó apresuradamente al muchacho que era su escudero, y le dijo: "Saca tu espada y mátame, no sea que se diga de mí: 'Una mujer lo mató.'" Y el muchacho lo traspasó, y murió. (Jueces 9:54)
Al ver su escudero que Saúl había muerto, él también se echó sobre su espada y murió con él. (1 Samuel 31:5)
En aquellos días los hombres buscarán la muerte y no la hallarán; y ansiarán morir, y la muerte huirá de ellos. (Apocalipsis 9:6)
La batalla se intensificó contra Saúl, y los arqueros lo alcanzaron y fue gravemente herido por ellos. (1 Samuel 31:3)
Cántico. Salmo de Asaf. Oh Dios, no permanezcas en silencio; No calles, oh Dios, ni Te quedes quieto. (Salmos 83:1)