Nueva Biblia Latinoamericana
Los Filisteos persiguieron muy de cerca a Saúl y a sus hijos, y mataron a Jonatán, a Abinadab y a Malquisúa, hijos de Saúl. (1 Samuel 31:2)
La batalla se intensificó contra Saúl, y los arqueros lo alcanzaron y fue gravemente herido por ellos. (1 Samuel 31:3)
Entonces Saúl dijo a su escudero: "Saca tu espada y traspásame con ella, no sea que vengan estos incircuncisos y me traspasen y hagan burla de mí." Pero su escudero no quiso, porque tenía mucho miedo. Así que Saúl tomó su espada y se echó sobre ella. (1 Samuel 31:4)
Al ver su escudero que Saúl había muerto, él también se echó sobre su espada y murió con él.
Así murió Saúl aquel día, junto con sus tres hijos, su escudero y todos sus hombres. (1 Samuel 31:6)
Cuando los hombres de Israel que estaban al otro lado del valle, con los que estaban más allá del Jordán, vieron que los hombres de Israel habían huido y que Saúl y sus hijos habían muerto, abandonaron las ciudades y huyeron. Entonces vinieron los Filisteos y habitaron en ellas. (1 Samuel 31:7)
Al día siguiente, cuando vinieron los Filisteos a despojar a los muertos, hallaron a Saúl y a sus tres hijos caídos en el Monte Gilboa. (1 Samuel 31:8)

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1 Samuel 31:5 - Referencia Cruzada

Al ver su escudero que Saúl había muerto, él también se echó sobre su espada y murió. (1 Crónicas 10:5)