Jael salió al encuentro de Sísara, y le dijo: "Venga, señor mío, venga a mí; no tema." Y él fue hacia ella a la tienda, y ella lo cubrió con una manta.
(Jueces 4:18)Y él le dijo: "Te ruego que me des a beber un poco de agua, porque tengo sed." Y ella abrió un odre de leche y le dio de beber; entonces lo cubrió.
(Jueces 4:19)Y él le dijo: "Ponte a la entrada de la tienda, y si alguien viene y te pregunta: '¿Hay alguien aquí?' tú responderás: 'No.'"
(Jueces 4:20)Pero Jael, mujer de Heber, tomó una estaca de la tienda y tomando en la mano un martillo, se le acercó silenciosamente y le clavó la estaca en las sienes, la cual penetró en la tierra, pues él estaba profundamente dormido y agotado, y murió.
Y cuando Barac venía persiguiendo a Sísara, Jael salió a su encuentro, y le dijo: "Ven, y te mostraré al hombre que buscas." Y él entró con ella, y vio que Sísara estaba tendido, muerto con la estaca en la sien.
(Jueces 4:22)Así sometió Dios en aquel día a Jabín, rey de Canaán, delante de los Israelitas.
(Jueces 4:23)Y la mano de los Israelitas se hizo más y más dura sobre Jabín, rey de Canaán, hasta que lo destruyeron.
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Jueces 4:21 - Referencia Cruzada
Sino que Dios ha escogido lo necio del mundo para avergonzar a los sabios; y Dios ha escogido lo débil del mundo para avergonzar a lo que es fuerte.
(1 Corintios 1:27)David metió la mano en su saco, sacó de él una piedra, la lanzó con la honda, e hirió al Filisteo en la frente. La piedra se hundió en su frente y Goliat cayó a tierra sobre su rostro.
(1 Samuel 17:49)Después de Aod vino Samgar, hijo de Anat, el cual hirió a 600 Filisteos con una aguijada de bueyes. Y él también salvó a Israel.
(Jueces 3:31)Extendió ella la mano hacia la estaca de la tienda, Y su diestra hacia el martillo de trabajadores. Entonces golpeó a Sísara, desbarató su cabeza. Destruyó y perforó sus sienes.
(Jueces 5:26)Porque está escrito: "DESTRUIRE LA SABIDURIA DE LOS SABIOS, Y EL ENTENDIMIENTO DE LOS INTELIGENTES DESECHARE."
(1 Corintios 1:19)Aod alargó la mano izquierda, tomó la espada de su muslo derecho, y se la hundió en el vientre.
(Jueces 3:21)¡Levántate, SEÑOR! ¡Sálvame, Dios mío! Porque Tú hieres a todos mis enemigos en la mejilla; Rompes los dientes de los impíos.
(Salmos 3:7)Y halló una quijada de asno fresca aún, y extendiendo su mano, la tomó y mató a 1,000 hombres con ella.
(Jueces 15:15)Y el Filisteo dijo a David: "¿Acaso soy un perro, que vienes contra mí con palos?" Y el Filisteo maldijo a David por sus dioses.
(1 Samuel 17:43)