Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces el SEÑOR habló a Josué y le dijo: (Josué 20:1)
Diles a los Israelitas: 'Designen las ciudades de refugio de las cuales les hablé por medio de Moisés, (Josué 20:2)
para que huya allí el que haya matado a cualquier persona sin intención y sin premeditación. Ellas les servirán a ustedes de refugio contra el vengador de la sangre. (Josué 20:3)
El que busca refugio huirá a una de estas ciudades, se presentará a la entrada de la puerta de la ciudad y expondrá su caso a oídos de los ancianos de la ciudad. Estos lo llevarán con ellos dentro de la ciudad y le darán un lugar para que habite en medio de ellos.
Y si el vengador de la sangre lo persigue, ellos no entregarán al acusado en su mano, porque hirió a su prójimo sin premeditación y sin odiarlo de antemano. (Josué 20:5)
Habitará en esa ciudad hasta que comparezca en juicio delante de la congregación, y hasta la muerte del que sea sumo sacerdote en aquellos días. Entonces el refugiado volverá a su ciudad y a su casa, a la ciudad de donde huyó.'" (Josué 20:6)
Entonces ellos separaron a Cedes en Galilea, en la región montañosa de Neftalí, y a Siquem en la región montañosa de Efraín, y a Quiriat Arba, es decir, Hebrón, en la región montañosa de Judá. (Josué 20:7)

Otras publicaciones relacionadas con "Josué 20:4":

Faustino de Jesús Zamora Vargas
Refugio para todo tiempo
Artículo sobre la iglesia como refugio y la presencia de Jesús en la vida de sus miembros. author: Faustino de Jesús Zamora Vargas, title: Refugio para todo tiempo, summary: La iglesia no produce paz, sino la presencia del Espíritu en la vida de sus miembros. La iglesia se convierte en ciudad de refugio cuando Jesús es el centro de todo y protege al desamparado. Los refugiados por conveniencia no encuentran paz en la iglesia. La iglesia es refugio para los pecadores que se arrepienten y para los heridos que buscan consuelo y ayuda. Dios nos brinda su gracia y misericordia a través de Jesús.


Eldin Villafañe
Procurad la paz de la ciudad y orad por ella
El artículo habla sobre la importancia de buscar la paz de la ciudad y orar por ella, para ser instrumentos de la luz de Cristo y recibir la bendición divina.


Josué 20:4 - Referencia Cruzada

No juntes mi alma con pecadores, Ni mi vida con hombres sanguinarios, (Salmos 26:9)
Cuando yo salía a la puerta de la ciudad, Cuando en la plaza tomaba mi asiento, (Job 29:7)
Su marido es conocido en las puertas de la ciudad, Cuando se sienta con los ancianos de la tierra. (Proverbios 31:23)
a fin de que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, los que hemos buscado refugio seamos grandemente animados para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros. (Hebreos 6:18)
Booz subió a la puerta y allí se sentó, y cuando el pariente más cercano de quien Booz había hablado iba pasando, le dijo: "Oye, amigo, ven acá y siéntate." Y él vino y se sentó. (Rut 4:1)
Ebed Melec el Etíope, eunuco del palacio del rey, oyó que habían echado a Jeremías en la cisterna. Estando el rey sentado a la Puerta de Benjamín, (Jeremías 38:7)
Sus hijos no tienen seguridad alguna, Aun en la puerta (de la ciudad) son oprimidos, Y no hay quien los libre. (Job 5:4)