Nueva Biblia Latinoamericana
Lavaré en inocencia mis manos, Y andaré alrededor de Tu altar, oh SEÑOR, (Salmos 26:6)
Proclamando con voz de acción de gracias Y contando todas Tus maravillas. (Salmos 26:7)
Oh SEÑOR, yo amo la habitación de Tu casa, Y el lugar donde habita Tu gloria. (Salmos 26:8)
No juntes mi alma con pecadores, Ni mi vida con hombres sanguinarios,
En cuyas manos hay intrigas, Y cuya diestra está llena de sobornos. (Salmos 26:10)
Pero yo en mi integridad andaré; Redímeme, y ten piedad de mí. (Salmos 26:11)
Sobre tierra firme está mi pie; En las congregaciones bendeciré al SEÑOR. (Salmos 26:12)

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Salmos 26:9 - Referencia Cruzada

y lo azotará severamente y le asignará un lugar con los hipócritas; allí será el llanto y el crujir de dientes. (Mateo 24:51)
Y si alguien se levanta para perseguirlo y buscar su vida, entonces la vida de mi señor estará bien atada en el haz de los que viven con el SEÑOR su Dios; pero El lanzará la vida de sus enemigos como de en medio de una honda. (1 Samuel 25:29)
En los días de David hubo hambre por tres años consecutivos, y David buscó la presencia del SEÑOR. Y el SEÑOR dijo: "Es por causa de Saúl y de su casa sangrienta, porque él dio muerte a los Gabaonitas." (2 Samuel 21:1)
Estos irán al castigo eterno, pero los justos a la vida eterna." (Mateo 25:46)
Entonces el rey dijo a Doeg: "Vuélvete y ataca a los sacerdotes." Y Doeg el Edomita, se volvió y atacó a los sacerdotes, y mató aquel día a ochenta y cinco hombres que vestían el efod de lino. (1 Samuel 22:18)
Así decía Simei mientras maldecía: "¡Fuera, fuera, hombre sanguinario e indigno! (2 Samuel 16:7)
Entonces volverán a distinguir entre el justo y el impío, entre el que sirve a Dios y el que no Le sirve. (Malaquías 3:18)
Bienaventurados los que lavan sus vestiduras para tener derecho al árbol de la vida y para entrar por las puertas a la ciudad. (Apocalipsis 22:14)
Pero Tú, oh Dios, harás caer a los malvados en el pozo de la destrucción; Los hombres sanguinarios y engañadores no vivirán la mitad de sus días; Pero yo en Ti confiaré. (Salmos 55:23)
y serán reunidas delante de El todas las naciones; y separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. (Mateo 25:32)
Entonces ellos también responderán: 'Señor, ¿cuándo Te vimos hambriento o sediento, o como extranjero, o desnudo, o enfermo, o en la cárcel, y no Te servimos?' (Mateo 25:44)
Líbrame de delitos de sangre, oh Dios, Dios de mi salvación, Entonces mi lengua cantará con gozo Tu justicia. (Salmos 51:14)
Salmo de David. A Ti clamo, oh SEÑOR; Roca mía, no seas sordo para conmigo, No sea que si guardas silencio hacia mí, Venga a ser semejante a los que descienden a la fosa. (Salmos 28:1)
¡Oh Dios, si Tú hicieras morir al impío! Por tanto, apártense de mí, hombres sanguinarios. (Salmos 139:19)