Cuando todo el pueblo había acabado de pasar, el arca del SEÑOR y los sacerdotes pasaron delante del pueblo. (Josué 4:11)

Los hijos de Rubén, los hijos de Gad y la media tribu de Manasés pasaron en orden de batalla delante de los Israelitas, tal como Moisés les había dicho. (Josué 4:12)

Como 40,000 equipados para la guerra, pasaron delante del SEÑOR hacia los llanos de Jericó, listos para la batalla. (Josué 4:13)

Aquel día el SEÑOR engrandeció a Josué ante los ojos de todo Israel; y le temieron (lo respetaron), tal como habían temido (respetado) a Moisés todos los días de su vida.

Entonces el SEÑOR habló a Josué: (Josué 4:15)

Ordena a los sacerdotes que llevan el arca del testimonio que suban del Jordán." (Josué 4:16)

Josué dio órdenes a los sacerdotes y les dijo: "Suban del Jordán." (Josué 4:17)

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Josué 4:14 - Referencia Cruzada

Cuando Israel vio el gran poder que el SEÑOR había usado contra los Egipcios, el pueblo temió (reverenció) al SEÑOR, y creyeron en el SEÑOR y en Moisés, Su siervo. (Éxodo 14:31)

Cuando todo Israel oyó del juicio que el rey había pronunciado, temieron (respetaron) al rey, porque vieron que la sabiduría de Dios estaba en él para administrar justicia. (1 Reyes 3:28)

Clamó Samuel al SEÑOR, y el SEÑOR envió aquel día truenos y lluvia; y todo el pueblo temió grandemente al SEÑOR y a Samuel. (1 Samuel 12:18)

El SEÑOR dijo a Josué: "Hoy comenzaré a exaltarte a los ojos de todo Israel, para que sepan que tal como estuve con Moisés, estaré contigo. (Josué 3:7)

En Moisés todos fueron bautizados en la nube y en el mar. (1 Corintios 10:2)

Hijo mío, teme al SEÑOR y al rey; No te asocies con los que son inestables; (Proverbios 24:21)

Y ellos respondieron a Josué: "Haremos todo lo que nos has mandado, y adondequiera que nos envíes, iremos. (Josué 1:16)

También sobre Judá estuvo la mano de Dios para darles un solo corazón a fin de hacer lo que el rey y los príncipes ordenaron conforme a la palabra del SEÑOR. (2 Crónicas 30:12)

pues es para ti un ministro (servidor) de Dios para bien. Pero si haces lo malo, teme. Porque no en vano lleva la espada, pues es ministro de Dios, un vengador que castiga al que practica lo malo. (Romanos 13:4)