Nueva Biblia Latinoamericana
Las aguas volvieron y cubrieron los carros y la caballería, a todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar. No quedó ni uno de ellos. (Éxodo 14:28)
Pero los Israelitas pasaron en seco por en medio del mar, y las aguas les eran como un muro a su derecha y a su izquierda. (Éxodo 14:29)
Aquel día el SEÑOR salvó a Israel de mano de los Egipcios. Israel vio a los Egipcios muertos a la orilla del mar. (Éxodo 14:30)
Cuando Israel vio el gran poder que el SEÑOR había usado contra los Egipcios, el pueblo temió (reverenció) al SEÑOR, y creyeron en el SEÑOR y en Moisés, Su siervo.
Entonces Moisés y los Israelitas cantaron este cántico al SEÑOR, y dijeron: "Canto al SEÑOR porque ha triunfado gloriosamente (es exaltado en gran manera); Al caballo y a su jinete ha arrojado al mar. (Éxodo 15:1)
Mi fortaleza y mi canción es el SEÑOR, Y ha sido para mí salvación; éste es mi Dios, y Lo glorificaré, El Dios de mi padre, y Lo ensalzaré. (Éxodo 15:2)
El SEÑOR es fuerte guerrero; El SEÑOR es Su nombre. (Éxodo 15:3)

Otras publicaciones relacionadas con "Éxodo 14:31":

Dr. Roberto Miranda
Permanecer firme es una forma poderosa de glorificar a Dios
En este artículo, el Dr. Roberto Miranda nos habla sobre la importancia de permanecer firmes en nuestra fe y confianza en Dios en momentos de dificultad. Basado en pasajes bíblicos como Éxodo 14 y Salmo 11, el autor nos muestra cómo permanecer firmes es una forma poderosa de glorificar a Dios y preservar nuestra dignidad como soldados en su ejército.


Dr. Roberto Miranda
En Dios hay solución siempre
En este artículo, el Dr. Roberto Miranda habla sobre la fidelidad de Dios y su deseo de bendecir nuestras vidas, incluso si hemos fallado en el pasado, basándose en el libro de Isaías. El autor destaca la importancia de confiar en Dios y poner nuestra mirada en Él en todo momento.


Éxodo 14:31 - Referencia Cruzada

Se levantaron muy de mañana y salieron al desierto de Tecoa. Cuando salían, Josafat se puso en pie y dijo: "Oiganme, Judá y habitantes de Jerusalén, confíen en el SEÑOR su Dios, y estarán seguros. Confíen en Sus profetas y triunfarán." (2 Crónicas 20:20)
Este principio de Sus señales (milagros) hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó Su gloria, y Sus discípulos creyeron en El. (Juan 2:11)
Y aun Simón mismo creyó; y después de bautizarse, continuó con Felipe, y estaba atónito al ver las señales y los grandes milagros que se hacían. (Hechos 8:13)
Entonces ellos creyeron en Sus palabras, Y cantaron Su alabanza. (Salmos 106:12)
Cuando Jesús estaba en Jerusalén durante la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en Su nombre al ver las señales que hacía. (Juan 2:23)
Al hablar estas cosas, muchos creyeron en El. (Juan 8:30)
Y el SEÑOR dijo a Moisés: "Yo vendré a ti en una densa nube, para que el pueblo oiga cuando Yo hable contigo y también te crean para siempre." Entonces Moisés comunicó al pueblo las palabras del SEÑOR. (Éxodo 19:9)
Por esto muchos de los Judíos que habían venido a ver a María, y vieron lo que Jesús había hecho, creyeron en El. (Juan 11:45)
Clamó Samuel al SEÑOR, y el SEÑOR envió aquel día truenos y lluvia; y todo el pueblo temió grandemente al SEÑOR y a Samuel. (1 Samuel 12:18)
El pueblo creyó, y al oír que el SEÑOR había visitado a los Israelitas y había visto su aflicción, se postraron y adoraron. (Éxodo 4:31)
Aquéllos sobre la roca son los que, cuando oyen, reciben la palabra con gozo; pero no tienen raíz profunda; creen por algún tiempo, y en el momento de la tentación sucumben. (Lucas 8:13)
Mi carne se estremece por temor a Ti, Y de Tus juicios tengo miedo. (Salmos 119:120)