Nueva Biblia Latinoamericana
Después Abraham dejó a su difunta, y habló a los hijos de Het: (Génesis 23:3)
Yo soy extranjero y peregrino entre ustedes; denme en propiedad una sepultura entre ustedes, para que pueda sepultar a mi difunta y separarla de delante de mí." (Génesis 23:4)
Los hijos de Het le respondieron a Abraham: (Génesis 23:5)
Escúchenos, señor nuestro: usted es un príncipe poderoso entre nosotros. Sepulte a su difunta en el mejor de nuestros sepulcros, pues ninguno de nosotros le negará su sepulcro para que sepulte a su difunta."
Abraham se levantó e hizo una reverencia al pueblo de aquella tierra, los hijos de Het, (Génesis 23:7)
y habló con ellos: "Si es su voluntad que yo sepulte aquí a mi difunta separándola de delante de mí, escúchenme e intercedan por mí con Efrón, hijo de Zohar, (Génesis 23:8)
para que me dé la cueva de Macpela que le pertenece, que está al extremo de su campo. Que en presencia de ustedes me la dé por un precio justo en posesión para una sepultura." (Génesis 23:9)

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Génesis 23:6 - Referencia Cruzada

Beba, señor mío," le dijo ella. Y enseguida bajó el cántaro a su mano, y le dio de beber. (Génesis 24:18)
Y el SEÑOR ha bendecido en gran manera a mi señor, que se ha enriquecido. Le ha dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos y siervas, camellos y asnos. (Génesis 24:35)
¿No es ésta la copa en que bebe mi señor, y que de hecho usa para adivinar? Obraron mal en lo que hicieron.'" (Génesis 44:5)
No, señor mío," le dijeron ellos, sino que tus siervos han venido para comprar alimentos. (Génesis 42:10)
Así dice el SEÑOR: "Los productos de Egipto, la mercadería de Cus (Etiopía) Y los Sabeos, hombres de gran estatura, Pasarán a ti y tuyos serán. Detrás de ti caminarán, pasarán encadenados Y ante ti se inclinarán. Te suplicarán: 'Ciertamente Dios está contigo y no hay ningún otro, Ningún otro dios.'" (Isaías 45:14)
Miren cuán gran amor nos ha otorgado el Padre: que seamos llamados hijos de Dios. Y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no Lo conoció a El. (1 Juan 3:1)
Y les dio órdenes, diciendo: "Así dirán a mi señor Esaú: 'Así dice su siervo Jacob: "He morado con Labán, y allí me he quedado hasta ahora. (Génesis 32:4)
No se encienda la ira de mi señor," respondió Aarón; "tú conoces al pueblo, que es propenso al mal. (Éxodo 32:22)
El dinero que encontramos en la boca de nuestros costales, se lo volvimos a traer de la tierra de Canaán. ¿Cómo, pues, habíamos de robar de la casa de su señor plata u oro? (Génesis 44:8)
Abram era muy rico en ganado, en plata y en oro. (Génesis 13:2)
Sara se rió para sus adentros, diciendo: "¿Tendré placer después de haber envejecido, siendo también viejo mi señor?" (Génesis 18:12)
Y ella dijo a su padre: "No se enoje mi señor porque no pueda levantarme delante de usted, pues estoy con lo que es común entre las mujeres." Y él buscó, pero no encontró los ídolos domésticos. (Génesis 31:35)
Entonces ella dijo: "Señor mío, he hallado gracia ante sus ojos, porque me ha consolado y en verdad ha hablado con bondad a su sierva, aunque yo no soy ni como una de sus criadas." (Rut 2:13)
Aconteció por aquel tiempo que Abimelec, con Ficol, jefe de su ejército, habló a Abraham: "Dios está contigo en todo lo que haces. (Génesis 21:22)
entonces responderás: 'Son de su siervo Jacob. Es un presente enviado a mi señor Esaú. Mire, él también viene detrás de nosotros.'" (Génesis 32:18)
Al oír Abram que su sobrino había sido llevado cautivo, movilizó a sus hombres adiestrados nacidos en su casa, 318 en total, y salió en su persecución hasta Dan. (Génesis 14:14)