Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces el SEÑOR nombró a Josué, hijo de Nun, y le dijo: "Sé fuerte y valiente, pues tú llevarás a los Israelitas a la tierra que les he jurado, y Yo estaré contigo." (Deuteronomio 31:23)
Cuando Moisés terminó de escribir las palabras de esta ley en un libro, hasta su conclusión, (Deuteronomio 31:24)
ordenó a los Levitas que llevaban el arca del pacto del SEÑOR: (Deuteronomio 31:25)
Tomen este Libro de la Ley y colóquenlo junto al arca del pacto del SEÑOR su Dios, para que permanezca allí como testigo contra ustedes.
Porque conozco su rebelión y su obstinación; si estando yo hoy todavía vivo con ustedes, han sido rebeldes contra el SEÑOR; ¿cuánto más lo serán después de mi muerte? (Deuteronomio 31:27)
Reúnan ante mí a todos los ancianos de sus tribus y a sus oficiales, para que hable estas palabras a sus oídos, y ponga a los cielos y a la tierra como testigos en su contra. (Deuteronomio 31:28)
Porque yo sé que después de mi muerte se corromperán y se apartarán del camino que les he mandado; y el mal vendrá sobre ustedes en los postreros días, pues harán lo que es malo a la vista del SEÑOR, provocándole a ira con la obra de sus manos." (Deuteronomio 31:29)

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Deuteronomio 31:26 - Referencia Cruzada

Pues mediante la Ley yo morí a la Ley, a fin de vivir para Dios. (Gálatas 2:19)
Ahora pues, escriban este cántico para ustedes, y tú, enséñaselo a los Israelitas; ponlo en su boca, para que este cántico Me sea por testigo contra los Israelitas. (Deuteronomio 31:19)
Entonces el sumo sacerdote Hilcías dijo al escriba Safán: "He hallado el Libro de la Ley en la casa del SEÑOR." E Hilcías dio el libro a Safán, y éste lo leyó. (2 Reyes 22:8)
Mientras ellos sacaban el dinero que habían traído a la casa del SEÑOR, el sacerdote Hilcías encontró el Libro de la Ley del SEÑOR dada por Moisés. (2 Crónicas 34:14)
En el arca no había más que las dos tablas de piedra que Moisés puso allí en Horeb, donde el SEÑOR hizo pacto con los Israelitas cuando salieron de la tierra de Egipto. (1 Reyes 8:9)
Vayan, consulten al SEÑOR por mí, por el pueblo y por todo Judá acerca de las palabras de este libro que se ha encontrado, porque grande es la ira del SEÑOR que se ha encendido contra nosotros, por cuanto nuestros padres no han escuchado las palabras de este libro, haciendo conforme a todo lo que está escrito de nosotros." (2 Reyes 22:13)
Ahora bien, sabemos que cuanto dice la Ley, lo dice a los que están bajo la Ley, para que toda boca se calle y todo el mundo sea hecho responsable ante Dios. (Romanos 3:19)