Nueva Biblia Latinoamericana
Pero en las ciudades de estos pueblos que el SEÑOR tu Dios te da en heredad, no dejarás con vida nada que respire, (Deuteronomio 20:16)
sino que los destruirás por completo: a los Hititas, Amorreos, Cananeos, Ferezeos, Heveos y Jebuseos, tal como el SEÑOR tu Dios te ha mandado, (Deuteronomio 20:17)
para que ellos no les enseñen a ustedes a imitar todas las abominaciones que ellos han hecho con sus dioses y no pequen contra el SEÑOR su Dios. (Deuteronomio 20:18)
Cuando sities una ciudad por muchos días, peleando contra ella para tomarla, no destruirás sus árboles metiendo el hacha contra ellos; no los talarás, pues de ellos puedes comer. Porque, ¿es acaso el árbol del campo un hombre para que le pongas sitio?
Sólo los árboles que sabes que no dan fruto podrás destruir y talar, para construir máquinas de sitio contra la ciudad que está en guerra contigo, hasta que caiga. (Deuteronomio 20:20)
Si en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da para que la poseas, fuera encontrado alguien asesinado, tendido en el campo, y no se sabe quién lo mató, (Deuteronomio 21:1)
entonces tus ancianos y tus jueces irán y medirán la distancia a las ciudades que están alrededor del muerto. (Deuteronomio 21:2)

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Deuteronomio 20:19 - Referencia Cruzada

Todo sarmiento que en Mí no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto, lo poda para que dé más fruto. (Juan 15:2)
Pero los Egipcios nos maltrataron y nos afligieron y pusieron sobre nosotros dura servidumbre. (Deuteronomio 26:6)
El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego. (Mateo 3:10)
Y dijo al viñador: 'Mira, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo. Córtala. ¿Por qué ha de cansar la tierra?' (Lucas 13:7)
Y al ver una higuera junto al camino, se acercó a ella, pero no halló nada en ella sino sólo hojas, y le dijo: "Nunca jamás brote fruto de ti." Y al instante se secó la higuera. (Mateo 21:19)
Cuídense de los falsos profetas, que vienen a ustedes con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. (Mateo 7:15)