Nueva Biblia Latinoamericana
Pero sucederá que si alguna vez te olvidas del SEÑOR tu Dios, y vas en pos de otros dioses, y los sirves y los adoras, yo testifico contra ustedes hoy, que ciertamente perecerán. (Deuteronomio 8:19)
Como las naciones que el SEÑOR destruye delante de ustedes, así perecerán ustedes, porque no oyeron la voz del SEÑOR su Dios. (Deuteronomio 8:20)
Oye, Israel: Hoy vas a pasar el Jordán para entrar a desposeer a naciones más grandes y más poderosas que tú, ciudades grandes y fortificadas hasta el cielo, (Deuteronomio 9:1)
un pueblo grande y alto, los hijos de los Anaceos, a quienes conoces y de quienes has oído decir: '¿Quién puede resistir ante los hijos de Anac?'
Comprende, pues, hoy, que es el SEÑOR tu Dios el que pasa delante de ti como fuego consumidor. El los destruirá y los humillará delante de ti, para que los expulses y los destruyas rápidamente, tal como el SEÑOR te ha dicho. (Deuteronomio 9:3)
No digas en tu corazón cuando el SEÑOR tu Dios los haya echado de delante de ti: 'Por mi justicia el SEÑOR me ha hecho entrar para poseer esta tierra,' sino que es a causa de la maldad de estas naciones que el SEÑOR las expulsa de delante de ti. (Deuteronomio 9:4)
No es por tu justicia ni por la rectitud de tu corazón que vas a poseer su tierra, sino que por la maldad de estas naciones el SEÑOR tu Dios las expulsa de delante de ti, para confirmar el pacto que el SEÑOR juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob. (Deuteronomio 9:5)

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Deuteronomio 9:2 - Referencia Cruzada

Vi al carnero dando cornadas al oeste, al norte y al sur, y ninguna bestia podía mantenerse en pie delante de él, y nadie podía librarse de su poder. Hacía lo que quería, y se engrandeció. (Daniel 8:4)
Vimos allí también a los gigantes (los hijos de Anac son parte de la raza de los gigantes); y a nosotros nos pareció que éramos como langostas; y así parecíamos ante sus ojos." (Números 13:33)
pueblo grande, numeroso y alto como los Anaceos, pero que el SEÑOR destruyó delante de ellos. Y los Amonitas los desalojaron y se establecieron en su lugar, (Deuteronomio 2:21)
Y subieron por el Neguev, y llegaron hasta Hebrón, donde estaban Ahimán, Sesai y Talmai, los descendientes de Anac. Hebrón fue edificada siete años antes que Zoán en Egipto. (Números 13:22)
Como los Anaceos, ellos también son considerados gigantes, pero los Moabitas los llaman Emitas. (Deuteronomio 2:11)
Pero el que viene contra él hará lo que quiera, y nadie podrá resistirlo. Y permanecerá por algún tiempo en la Tierra Hermosa (Palestina), llevando la destrucción en su mano. (Daniel 11:16)
Sólo que es fuerte el pueblo que habita en la tierra, y las ciudades, fortificadas y muy grandes; y además vimos allí a los descendientes de Anac. (Números 13:28)
Entregará en tus manos a sus reyes de modo que harás perecer sus nombres de debajo del cielo; ningún hombre podrá hacerte frente, hasta que tú los hayas destruido a todos . (Deuteronomio 7:24)
En presencia de Su indignación, ¿quién resistirá? ¿Quién se mantendrá en pie ante el ardor de Su ira? Su furor se derrama como fuego, Y las rocas se despedazan ante El. (Nahúm 1:6)
Si El pasa, o encierra, O convoca una asamblea, ¿quién podrá impedírselo? (Job 11:10)
Y los magos (sacerdotes adivinos) no podían estar delante de Moisés a causa de los tumores, pues los tumores estaban tanto en los magos como en todos los Egipcios. (Éxodo 9:11)