Nueva Biblia Latinoamericana
Y el maná era como una semilla de cilantro, y su aspecto como el del bedelio. (Números 11:7)
El pueblo iba, lo recogía y lo molía entre dos piedras de molino, o lo machacaba en el mortero, y lo hervía en el caldero y hacía tortas con él; y tenía el sabor de tortas cocidas con aceite. (Números 11:8)
Cuando el rocío caía en el campamento por la noche, con él caía el maná. (Números 11:9)
Y Moisés oyó llorar al pueblo, por sus familias, cada uno a la puerta de su tienda; y la ira del SEÑOR se encendió en gran manera, y a Moisés no le agradó.
Entonces Moisés dijo al SEÑOR: "¿Por qué has tratado tan mal a Tu siervo? ¿Y por qué no he hallado gracia ante Tus ojos para que hayas puesto la carga de todo este pueblo sobre mí? (Números 11:11)
¿Acaso concebí yo a todo este pueblo? ¿Fui yo quien lo dio a luz para que me dijeras: 'Llévalo en tu seno, como la nodriza lleva al niño de pecho, a la tierra que Yo juré a sus padres'? (Números 11:12)
¿De dónde he de conseguir carne para dar a todo este pueblo? Porque claman a mí, diciendo: 'Danos carne para que comamos.' (Números 11:13)

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Números 11:10 - Referencia Cruzada

Cuando Jesús vio esto, se indignó y les dijo: "Dejen que los niños vengan a Mí; no se lo impidan, porque de los que son como éstos es el reino de Dios. (Marcus 10:14)
Se retiraron, pues, de los alrededores de las tiendas de Coré, Datán y Abiram; y Datán y Abiram salieron y se pusieron a la puerta de sus tiendas, junto con sus mujeres, sus hijos y sus pequeños. (Números 16:27)
Sino que murmuraron en sus tiendas, Y no escucharon la voz del SEÑOR. (Salmos 106:25)
¿No odio a los que Te aborrecen, SEÑOR? ¿Y no me repugnan los que se levantan contra Ti? (Salmos 139:21)
Porque fuego se ha encendido en Mi ira, Que quema hasta las profundidades del Seol (región de los muertos), Consume la tierra con su fruto, E incendia los fundamentos de los montes. (Deuteronomio 32:22)
y Moisés y Aarón reunieron al pueblo ante la peña. Y él les dijo: "Oigan, ahora, rebeldes. ¿Sacaremos agua de esta peña para ustedes?" (Números 20:10)
También hicieron que El se enojara en las aguas de Meriba, Y le fue mal a Moisés por culpa de ellos, (Salmos 106:32)
Y por tu causa harás que se pierda la heredad Que Yo te di; Te haré servir a tus enemigos En un país que no conoces; Porque has prendido un fuego en Mi ira Que arderá para siempre. (Jeremías 17:4)
Y el pueblo habló contra Dios y Moisés: "¿Por qué nos han sacado de Egipto para morir en el desierto? Pues no hay comida (pan) ni agua, y detestamos este alimento tan miserable." (Números 21:5)
Por esta causa se ha encendido la ira del SEÑOR contra Su pueblo, Y ha extendido Su mano contra ellos y los ha herido. Los montes temblaron y sus cadáveres yacen como desecho en medio de las calles. Con todo esto, no se ha agotado Su ira, Y aún está extendida Su mano. (Isaías 5:25)
Por tanto, al oírlo, el SEÑOR se indignó; Un fuego se encendió contra Jacob, Y aumentó también la ira contra Israel, (Salmos 78:21)
El pueblo comenzó a quejarse en la adversidad a oídos del SEÑOR; y cuando el SEÑOR lo oyó, se encendió Su ira, y el fuego del SEÑOR ardió entre ellos y consumió un extremo del campamento. (Números 11:1)
Moisés era un hombre muy humilde, más que cualquier otro hombre sobre la superficie de la tierra. (Números 12:3)
Al oírlo Dios, se indignó, Y aborreció a Israel en gran manera. (Salmos 78:59)
Entonces toda la congregación levantó la voz y clamó, y el pueblo lloró aquella noche. (Números 14:1)
Y mirando con enojo a los que Lo rodeaban, y entristecido por la dureza de sus corazones, le dijo al hombre: "Extiende tu mano." Y él la extendió, y su mano quedó sana. (Marcus 3:5)