Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces el pueblo clamó a Moisés, y Moisés oró al SEÑOR y el fuego se apagó. (Números 11:2)
Y se le dio a aquel lugar el nombre de Tabera (Encendido), porque el fuego del SEÑOR había ardido entre ellos. (Números 11:3)
El populacho que estaba entre ellos tenía un deseo insaciable; y también los Israelitas volvieron a llorar, y dijeron: "¿Quién nos dará carne para comer? (Números 11:4)
Nos acordamos del pescado que comíamos gratis en Egipto, de los pepinos, de los melones, los puerros, las cebollas y los ajos;
pero ahora no tenemos apetito. Nada hay para nuestros ojos excepto este maná." (Números 11:6)
Y el maná era como una semilla de cilantro, y su aspecto como el del bedelio. (Números 11:7)
El pueblo iba, lo recogía y lo molía entre dos piedras de molino, o lo machacaba en el mortero, y lo hervía en el caldero y hacía tortas con él; y tenía el sabor de tortas cocidas con aceite. (Números 11:8)

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Números 11:5 - Referencia Cruzada

Los Israelitas les decían: "Ojalá hubiéramos muerto a manos del SEÑOR en la tierra de Egipto cuando nos sentábamos junto a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos. Pues nos han traído a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud." (Éxodo 16:3)
cuyo fin es perdición, cuyo dios es su apetito y cuya gloria está en su vergüenza, los cuales piensan sólo en las cosas terrenales. (Filipenses 3:19)
Líbrame de los hombres, con Tu mano, oh SEÑOR, De los hombres del mundo, cuya herencia está en esta vida, Y cuyo vientre llenas de Tu tesoro. Se llenan de hijos, Y dejan lo que les abunda a sus pequeños. (Salmos 17:14)