Aun podrán dejarlos en herencia a sus hijos después de ustedes, como posesión; podrán servirse de ellos como esclavos para siempre. Pero en cuanto a sus hermanos, los Israelitas, no se enseñorearán unos de otros con severidad. (Levítico 25:46)

Si aumentan los bienes del extranjero o del peregrino que mora contigo, y si empobrece tu hermano que está con él, y se vende al extranjero que mora contigo, o se vende a los descendientes de la familia de un extranjero, (Levítico 25:47)

él tendrá derecho de redención después de ser vendido; uno de sus hermanos podrá redimirlo; (Levítico 25:48)

Entonces él, con su comprador, calculará desde el año en que se vendió a él hasta el año de jubileo, y el precio de su venta corresponderá al número de años. Los días que estará con él serán como los días de un jornalero. (Levítico 25:50)

Si aún le quedan muchos años, devolverá parte de su precio de compra en proporción a ellos para su propia redención; (Levítico 25:51)

y si quedan pocos años hasta el año de jubileo, así los calculará con él. En proporción a los años devolverá la cantidad de su redención. (Levítico 25:52)