Después que el artículo con la marca haya sido lavado, el sacerdote lo examinará otra vez, y si la marca no ha cambiado de aspecto, aun cuando la marca no se haya extendido, es inmundo; en el fuego lo quemarás, ya sea que la corrosión lo haya raído por el derecho o el revés.
(Levítico 13:55)Entonces el sacerdote lo examinará, y si la marca se ha oscurecido después de haber sido lavada, la arrancará del vestido o del cuero, sea de la urdimbre o de la trama;
(Levítico 13:56)y si aparece otra vez en el vestido, sea en la urdimbre o en la trama, o en cualquier artículo de cuero, es una erupción; el artículo con la marca será quemado en el fuego.
(Levítico 13:57)El vestido, sea en la urdimbre o en la trama, o cualquier artículo de cuero del cual se haya quitado la marca después de haberlo lavado, será lavado por segunda vez y quedará limpio."
Esta es la ley para la marca de lepra en un vestido de lana o de lino, sea en la urdimbre o en la trama, o en cualquier artículo de cuero, para declararlo limpio o inmundo.
(Levítico 13:59)Esta será la ley del leproso en los días de su purificación. Será llevado al sacerdote,
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Levítico 13:58 - Referencia Cruzada
Lávame por completo de mi maldad, Y límpiame de mi pecado.
(Salmos 51:2)Y Eliseo le envió un mensajero, diciendo: "Ve y lávate en el Jordán siete veces, y tu carne se te restaurará y quedarás limpio."
(2 Reyes 5:10)y de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y nos libertó de nuestros pecados con Su sangre,
(Apocalipsis 1:5)Entonces él bajó y se sumergió siete veces en el Jordán conforme a la palabra del hombre de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio.
(2 Reyes 5:14)ya que tienen que ver sólo con comidas y bebidas, y diversos lavamientos, ordenanzas para el cuerpo impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas .
(Hebreos 9:10)Por tanto, amados, teniendo estas promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
(2 Corintios 7:1)Acerca de esto, tres veces he rogado al Señor para que lo quitara de mí.
(2 Corintios 12:8)