Los mercaderes de la tierra lloran y se lamentan por ella, porque ya nadie compra sus mercaderías:
(Apocalipsis 18:11)cargamentos de oro, plata, piedras preciosas, perlas, lino fino, púrpura, seda y escarlata; toda clase de maderas olorosas y todo objeto de marfil y todo objeto hecho de maderas preciosas, bronce, hierro, y mármol;
(Apocalipsis 18:12)y canela, especias aromáticas, incienso, perfume, mirra, vino, aceite de oliva; y flor de harina, trigo, bestias, ovejas, caballos, carros, esclavos, y vidas humanas (seres humanos).
(Apocalipsis 18:13)Y el fruto que tanto has anhelado se ha apartado de ti, y todas las cosas que eran lujosas y espléndidas se han alejado de ti, y nunca más las hallarán.
Los mercaderes de estas cosas que se enriquecieron a costa de ella, se pararán lejos a causa del temor de su tormento, llorando y lamentándose,
(Apocalipsis 18:15)y diciendo: '¡Ay, ay, la gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, púrpura y escarlata, y adornada de oro, piedras preciosas y perlas!
(Apocalipsis 18:16)En una hora ha sido arrasada tanta riqueza.' Todos los capitanes, pasajeros, y marineros, y todos los que viven del mar, se pararon a lo lejos,
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Apocalipsis 18:14 - Referencia Cruzada
El populacho que estaba entre ellos tenía un deseo insaciable; y también los Israelitas volvieron a llorar, y dijeron: "¿Quién nos dará carne para comer?
(Números 11:4)Pero Abraham le dijo: 'Hijo, recuerda que durante tu vida recibiste tus bienes, y Lázaro, igualmente, males; pero ahora él es consolado aquí, y tú estás en agonía.
(Lucas 16:25)Ustedes codician y no tienen, por eso cometen homicidio. Son envidiosos y no pueden obtener, por eso combaten y hacen guerra. No tienen, porque no piden.
(Santiago 4:2)Por eso llamaron a aquel lugar Kibrot Hataava (Tumbas de la Codicia), porque allí sepultaron a los que habían sido codiciosos.
(Números 11:34)Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos, y la arrogancia de la vida (las riquezas), no proviene del Padre, sino del mundo.
(1 Juan 2:16)Pero Dios le dijo: '¡Necio! Esta misma noche te reclaman el alma; y ahora, ¿para quién será lo que has provisto?'
(Lucas 12:20)Y en sus corazones tentaron a Dios, Pidiendo comida a su gusto.
(Salmos 78:18)Tuvieron apetitos desenfrenados en el desierto, Y tentaron a Dios en las soledades.
(Salmos 106:14)Estas cosas sucedieron como ejemplo para nosotros, a fin de que no codiciemos lo malo, como ellos lo codiciaron.
(1 Corintios 10:6)