Escribe, pues, las cosas que has visto, y las que son, y las que han de suceder después de éstas.
(Apocalipsis 1:19)En cuanto al misterio de las siete estrellas que viste en Mi mano derecha y de los siete candelabros de oro: las siete estrellas son los ángeles (mensajeros) de las siete iglesias, y los siete candelabros son las siete iglesias.
(Apocalipsis 1:20)Escribe al ángel de la iglesia en Efeso: 'El que tiene las siete estrellas en Su mano derecha, Aquél que anda entre los siete candelabros de oro, dice esto:
(Apocalipsis 2:1)Yo conozco tus obras, tu fatiga y tu perseverancia, y que no puedes soportar a los malos, y has sometido a prueba a los que se dicen ser apóstoles y no lo son, y los has hallado mentirosos (falsos).
Tienes perseverancia, y has sufrido por Mi nombre y no has desmayado.
(Apocalipsis 2:3)Pero tengo esto contra ti: que has dejado tu primer amor.
(Apocalipsis 2:4)Recuerda, por tanto, de dónde has caído y arrepiéntete, y haz las obras que hiciste al principio. Si no, vendré a ti y quitaré tu candelabro de su lugar, si no te arrepientes.
(Apocalipsis 2:5)Otras publicaciones relacionadas con "Apocalipsis 2:2":
Apocalipsis 2:2 - Referencia Cruzada
Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente!
(Apocalipsis 3:15)Entonces ya no seremos niños, sacudidos por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina, por la astucia de los hombres, por las artimañas engañosas del error.
(Efesios 4:14)Porque los tales son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo (el Mesías).
(2 Corintios 11:13)Yo conozco tus obras, tu amor, tu fe, tu servicio y tu perseverancia, y que tus obras recientes (postreras) son mayores que las primeras.
(Apocalipsis 2:19)Entonces les declararé: 'Jamás los conocí; APARTENSE DE MI, LOS QUE PRACTICAN LA INIQUIDAD.'
(Mateo 7:23)teniendo presente sin cesar delante de nuestro Dios y Padre su obra de fe, su trabajo de amor y la firmeza (perseverancia) de su esperanza en nuestro Señor Jesucristo.
(1 Tesalonicenses 1:3)que en realidad no es otro evangelio, sino que hay algunos que los perturban a ustedes y quieren pervertir el evangelio de Cristo.
(Gálatas 1:7)Yo conozco tu tribulación y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser Judíos y no lo son, sino que son sinagoga de Satanás.
(Apocalipsis 2:9)Porque Dios no es injusto como para olvidarse de la obra de ustedes y del amor que han mostrado hacia Su nombre, habiendo servido, y sirviendo aún, a los santos.
(Hebreos 6:10)Porque el SEÑOR conoce el camino de los justos, Pero el camino de los impíos perecerá.
(Salmos 1:6)Sin embargo tienes esto: que aborreces las obras de los Nicolaítas, las cuales Yo también aborrezco.
(Apocalipsis 2:6)Yo sé dónde moras: donde está el trono de Satanás. Guardas fielmente Mi nombre y no has negado Mi fe, aun en los días de Antipas, Mi testigo, Mi siervo fiel, que fue muerto entre ustedes, donde mora Satanás.
(Apocalipsis 2:13)Amados, no crean a todo espíritu, sino prueben los espíritus para ver si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo.
(1 Juan 4:1)No obstante, el sólido fundamento de Dios permanece firme, teniendo este sello: "El Señor conoce a los que son Suyos," y: "Que se aparte de la iniquidad todo aquél que menciona el nombre del Señor."
(2 Timoteo 2:19)No les he escrito porque ignoren la verdad, sino porque la conocen y porque ninguna mentira procede de la verdad.
(1 Juan 2:21)Yo conozco tus obras. Por tanto he puesto delante de ti una puerta abierta que nadie puede cerrar. Aunque tienes poco poder, has guardado Mi palabra y no has negado Mi nombre.
(Apocalipsis 3:8)Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: 'El que tiene los siete Espíritus de Dios y las siete estrellas, dice esto: "Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, pero estás muerto.
(Apocalipsis 3:1)Pero se levantaron falsos profetas entre el pueblo, así como habrá también falsos maestros entre ustedes, los cuales encubiertamente introducirán herejías destructoras, negando incluso al Señor que los compró (los rescató), trayendo sobre sí una destrucción repentina.
(2 Pedro 2:1)