Estos son los que causan divisiones. Son individuos mundanos que no tienen el Espíritu.
(Judas 1:19)Pero ustedes, amados, edificándose en su santísima fe, orando en el Espíritu Santo,
(Judas 1:20)consérvense en el amor de Dios, esperando ansiosamente la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.
(Judas 1:21)Tengan misericordia de algunos que dudan.
A otros, sálvenlos, arrebatándolos del fuego; y de otros tengan misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por la carne (sus cuerpos).
(Judas 1:23)Y a Aquél que es poderoso para guardarlos a ustedes sin caída y para presentarlos sin mancha en presencia de Su gloria con gran alegría,
(Judas 1:24)al único Dios nuestro Salvador, por medio de Jesucristo nuestro Señor, sea gloria, majestad, dominio y autoridad, antes de todo tiempo, y ahora y por todos los siglos. Amén.
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Judas 1:22 - Referencia Cruzada
quisiera estar presente con ustedes ahora y cambiar mi tono, pues estoy perplejo en cuanto a ustedes.
(Gálatas 4:20)Porque en el caso de los que fueron una vez iluminados, que probaron del don celestial y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo,
(Hebreos 6:4)Hermanos míos, si alguien de entre ustedes se extravía de la verdad y alguien le hace volver,
(Santiago 5:19)Pues algunos hombres se han infiltrado encubiertamente, los cuales desde mucho antes estaban marcados para esta condenación, impíos que convierten la gracia de nuestro Dios en libertinaje, y niegan a nuestro único Soberano y Señor, Jesucristo.
(Judas 1:4)Pero en cuanto a ustedes, ovejas Mías, así dice el Señor DIOS: 'Yo juzgaré entre oveja y oveja, entre carneros y machos cabríos.
(Ezequiel 34:17)Si alguien ve a su hermano cometiendo un pecado que no lleva a la muerte, pedirá, y por él Dios dará vida a los que cometen pecado que no lleva a la muerte. Hay un pecado que lleva a la muerte; yo no digo que se deba pedir por ése.
(1 Juan 5:16)Hermanos, aun si alguien es sorprendido en alguna falta, ustedes que son espirituales, restáurenlo en un espíritu de mansedumbre, mirándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.
(Gálatas 6:1)