Nueva Biblia Latinoamericana
Ahora te ruego, señora, no como escribiéndote un nuevo mandamiento, sino el que hemos tenido desde el principio, que nos amemos unos a otros. (2 Juan 1:5)
Y éste es el amor: que andemos conforme a Sus mandamientos. Este es el mandamiento tal como lo han oído desde el principio, para que ustedes anden en él. (2 Juan 1:6)
Pues muchos engañadores han salido al mundo que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Ese es el engañador y el anticristo. (2 Juan 1:7)
Tengan ustedes cuidado para que no pierdan lo que hemos logrado, sino que reciban abundante recompensa.
Todo el que se desvía y no permanece en la enseñanza (doctrina) de Cristo, no tiene a Dios. El que permanece en la enseñanza tiene tanto al Padre como al Hijo. (2 Juan 1:9)
Si alguien viene a ustedes y no trae esta enseñanza (doctrina), no lo reciban en casa, ni lo saluden, (2 Juan 1:10)
pues el que lo saluda participa en sus malas obras. (2 Juan 1:11)

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Un llamado a la obediencia
El pasaje de Juan 14:15-31 nos enseña la importancia de la obediencia para amar a Dios y ser santificados. Debemos confiar en la gracia de Dios y el Espíritu Santo para ayudarnos a ser obedientes y practicarla en las pequeñas cosas. La oración es clave para pedir perdón y aceptar a Jesús en nuestra vida para recibir su ayuda en la lucha contra la desobediencia. Esta es una oración por la entrega total a Dios.


2 Juan 1:8 - Referencia Cruzada

Pero recuerden los días pasados, cuando después de haber sido iluminados, ustedes soportaron una gran lucha de padecimientos. (Hebreos 10:32)
Pero ustedes, estén alerta; vean que se lo he dicho todo de antemano. (Marcus 13:23)
Temo que quizá he trabajado en vano por ustedes. (Gálatas 4:11)
Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y prodigios, para así engañar, de ser posible, aun a los escogidos. (Mateo 24:24)
Pero ustedes, estén alerta; porque los entregarán a los tribunales y serán azotados en las sinagogas, y comparecerán delante de gobernadores y reyes por Mi causa, para testimonio a ellos. (Marcus 13:9)
Ahora bien, el que planta y el que riega son una misma cosa, pero cada uno recibirá su propia recompensa (su propio salario) conforme a su propio trabajo. (1 Corintios 3:8)
Y Jesús comenzó a decirles: "Miren que nadie los engañe. (Marcus 13:5)
Si permanece la obra de alguien que ha edificado sobre el fundamento, recibirá recompensa. (1 Corintios 3:14)
Por tanto, no desechen su confianza, la cual tiene gran recompensa. (Hebreos 10:35)
para que sean irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación torcida y perversa, en medio de la cual ustedes resplandecen como luminares en el mundo, (Filipenses 2:15)
Cuídense de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna raíz de amargura, brotando, cause dificultades y por ella muchos sean contaminados. (Hebreos 12:15)
Jesús les respondió: "Tengan cuidado de que nadie los engañe. (Mateo 24:4)
Sin embargo, continuemos viviendo según la misma norma que hemos alcanzado. (Filipenses 3:16)
Los entendidos brillarán como el resplandor del firmamento, y los que guiaron a muchos a la justicia, como las estrellas, por toda la eternidad. (Daniel 12:3)
Y al último de todos, como a uno nacido fuera de tiempo, se me apareció también a mí. (1 Corintios 15:8)
Ya el segador recibe salario y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra se regocije junto con el que siega. (Juan 4:36)
Jesús respondió: "Cuídense de no ser engañados; porque muchos vendrán en Mi nombre, diciendo: 'Yo soy el Cristo (el Mesías),' y: 'El tiempo está cerca.' No los sigan. (Lucas 21:8)
¿Han padecido tantas cosas en vano? ¡Si es que en realidad fue en vano! (Gálatas 3:4)
Vengo pronto. Retén firme lo que tienes, para que nadie tome tu corona. (Apocalipsis 3:11)