Nueva Biblia Latinoamericana
Con ella bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que han sido hechos a la imagen de Dios. (Santiago 3:9)
De la misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. (Santiago 3:10)
¿Acaso una fuente echa agua dulce y amarga por la misma abertura? (Santiago 3:11)
¿Acaso, hermanos míos, puede una higuera producir aceitunas, o una vid higos? Tampoco la fuente de agua salada puede producir agua dulce.
¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que muestre por su buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. (Santiago 3:13)
Pero si tienen celos amargos y ambición personal en su corazón, no sean arrogantes y mientan así contra la verdad. (Santiago 3:14)
Esta sabiduría no es la que viene de lo alto, sino que es terrenal, natural, diabólica. (Santiago 3:15)

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Santiago 3:12 - Referencia Cruzada

Y si el primer pedazo de masa es santo, también lo es toda la masa; y si la raíz es santa, también lo son las ramas. (Romanos 11:16)
La cavó por todas partes, quitó sus piedras, Y la plantó de vides escogidas. Edificó una torre en medio de ella, Y también excavó en ella un lagar. Esperaba que produjera uvas buenas, Pero sólo produjo uvas silvestres. (Isaías 5:2)
Cuando llegaron a Mara no pudieron beber las aguas de Mara porque eran amargas. Por tanto al lugar le pusieron el nombre de Mara (Amargura). (Éxodo 15:23)
Pero Yo te planté como vid escogida, Toda ella de semilla genuina. ¿Cómo, pues, te has convertido delante de Mí En un sarmiento degenerado de una vid extraña? (Jeremías 2:21)
Entonces los hombres de la ciudad dijeron a Eliseo: "El emplazamiento de esta ciudad es bueno, como mi señor ve, pero el agua es mala y la tierra estéril." (2 Reyes 2:19)
Y me dijo: "Estas aguas salen hacia la región oriental y descienden al Arabá; luego siguen hacia el mar y desembocan en el mar; entonces las aguas del mar quedan purificadas. (Ezequiel 47:8)
Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos? (Mateo 7:16)
Porque no hay árbol bueno que produzca fruto malo, ni a la inversa, árbol malo que produzca fruto bueno. (Lucas 6:43)
O hagan ustedes bueno el árbol y bueno su fruto, o hagan malo el árbol y malo su fruto; porque por el fruto se conoce el árbol. (Mateo 12:33)