Además, éstas abominarán de entre las aves, no se comerán, son abominación: el águila, el buitre y el buitre negro,
(Levítico 11:13)
el milano y el halcón según su especie;
(Levítico 11:14)
todo cuervo según su especie;
(Levítico 11:15)
el avestruz, la lechuza, la gaviota y el gavilán según su especie;
el búho, el somormujo, el búho real,
(Levítico 11:17)
la lechuza blanca, el pelícano, el buitre común,
(Levítico 11:18)
la cigüeña, la garza según su especie; la abubilla y el murciélago.
(Levítico 11:19)
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Levítico 11:16 - Referencia Cruzada
el avestruz, la lechuza, la gaviota y el gavilán según su especie;
(Deuteronomio 14:15)
Sino que allí descansarán los moradores del desierto, Y sus casas estarán llenas de búhos. También habitarán allí los avestruces, y allí brincarán las cabras peludas.
(Isaías 13:21)
Porque muchos andan como les he dicho muchas veces, y ahora se lo digo aun llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo,
(Filipenses 3:18)
Pero el pelícano y el erizo la poseerán, El búho y el cuervo habitarán en ella. Dios extenderá sobre ella el cordel de desolación Y la plomada del vacío.
(Isaías 34:11)
Y éste es el juicio: que la Luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la Luz, pues sus acciones eran malas.
(Juan 3:19)
en los cuales anduvieron en otro tiempo según la corriente (la época) de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia.
(Efesios 2:2)
porque todos ustedes son hijos de la luz e hijos del día. No somos de la noche ni de las tinieblas.
(1 Tesalonicenses 5:5)
Por tanto, no sean partícipes con ellos;
(Efesios 5:7)
Y gritó con potente voz: "¡Cayó, cayó la gran Babilonia! Se ha convertido en habitación de demonios, en guarida de todo espíritu inmundo y en guarida de toda ave inmunda y aborrecible.
(Apocalipsis 18:2)
Me parezco al pelícano del desierto; Como el búho de las soledades he llegado a ser.
(Salmos 102:6)
Ellos tienen entenebrecido su entendimiento, están excluidos (separados) de la vida de Dios por causa de la ignorancia que hay en ellos, por la dureza de su corazón.
(Efesios 4:18)