Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces Aarón ofrecerá el novillo de la ofrenda por el pecado, que es por sí mismo, y hará expiación por sí mismo y por su casa, y degollará el novillo de la ofrenda por el pecado hecha por sí mismo. (Levítico 16:11)
Y tomará un incensario lleno de brasas de fuego de sobre el altar que está delante del SEÑOR, y dos puñados de incienso aromático molido, y lo llevará detrás del velo. (Levítico 16:12)
Pondrá el incienso sobre el fuego delante del SEÑOR, para que la nube del incienso cubra el propiciatorio que está sobre el arca del testimonio, no sea que Aarón muera. (Levítico 16:13)
Tomará además de la sangre del novillo y la rociará con su dedo en el lado oriental del propiciatorio; también delante del propiciatorio rociará de la sangre siete veces con su dedo.
Después degollará el macho cabrío de la ofrenda por el pecado que es por el pueblo, y llevará su sangre detrás del velo y hará con ella como hizo con la sangre del novillo, y la rociará sobre el propiciatorio y delante del propiciatorio. (Levítico 16:15)
Hará, pues, expiación por el lugar santo a causa de las impurezas de los Israelitas y a causa de sus transgresiones, por todos sus pecados; así hará también con la tienda de reunión que permanece con ellos en medio de sus impurezas. (Levítico 16:16)
Cuando Aarón entre a hacer expiación en el lugar santo, nadie estará en la tienda de reunión hasta que él salga, para que haga expiación por sí mismo, por su casa y por toda la asamblea de Israel. (Levítico 16:17)

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Levítico 16:14 - Referencia Cruzada

Todos son justificados gratuitamente por Su gracia por medio de la redención que es en Cristo Jesús, (Romanos 3:24)
y a Jesús, el mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la sangre de Abel. (Hebreos 12:24)
y no para ofrecerse a sí mismo muchas veces, como el sumo sacerdote entra al Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. (Hebreos 9:25)
el sacerdote mojará su dedo en la sangre y la rociará siete veces delante del SEÑOR, frente al velo. (Levítico 4:17)
Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, y la ceniza de la novilla, rociadas sobre los que se han contaminado, santifican para la purificación de la carne, (Hebreos 9:13)
Porque es imposible que la sangre de toros y de machos cabríos quite los pecados. (Hebreos 10:4)
Luego el sacerdote ungido tomará de la sangre del novillo y la traerá a la tienda de reunión, (Levítico 4:5)
Con el aceite roció el altar siete veces y ungió el altar y todos sus utensilios, así como la pila y su base, para consagrarlos. (Levítico 8:11)
Pero en el segundo, sólo entra el sumo sacerdote una vez al año, no sin llevar sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados del pueblo cometidos en ignorancia. (Hebreos 9:7)
Por esa voluntad hemos sido santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo ofrecida una vez para siempre. (Hebreos 10:10)
Entonces, hermanos, puesto que tenemos confianza para entrar al Lugar Santísimo por la sangre de Jesús, (Hebreos 10:19)