Nueva Biblia Latinoamericana
Pues ¿qué acción de gracias podemos dar a Dios por ustedes, por todo el gozo con que nos regocijamos delante de nuestro Dios a causa de ustedes, (1 Tesalonicenses 3:9)
según oramos intensamente de noche y de día que podamos ver el rostro de ustedes y que completemos lo que falta a su fe? (1 Tesalonicenses 3:10)
Ahora, pues, que el mismo Dios y Padre nuestro, y Jesús nuestro Señor, dirijan nuestro camino a ustedes. (1 Tesalonicenses 3:11)
Que el Señor los haga crecer y abundar en amor unos para con otros, y para con todos, como también nosotros lo hacemos para con ustedes;
a fin de que El afirme sus corazones irreprensibles en santidad delante de nuestro Dios y Padre, en la venida de nuestro Señor Jesús con todos Sus santos. (1 Tesalonicenses 3:13)
Por lo demás, hermanos, les rogamos, y les exhortamos en el Señor Jesús, que tal como han recibido de nosotros instrucciones acerca de la manera en que deben andar (se deben conducir) y agradar a Dios, como de hecho ya andan, así abunden en ello más y más. (1 Tesalonicenses 4:1)
Pues ustedes saben qué preceptos les dimos por autoridad (por medio) del Señor Jesús. (1 Tesalonicenses 4:2)

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El mensaje de esta noche se centra en la relación entre dar y el acceso al poder de Dios y la felicidad. El orador señala que las personas más felices y autorrealizadas que ha conocido también son las que mejor aman a los demás. Jesús nos ordena amarnos unos a otros como él nos ha amado. Si obedecemos este mandamiento, tendremos acceso al gozo del Señor en nuestras vidas. Al amar en nombre de Jesús, tenemos autoridad y unción para hacer su obra en el mundo.


1 Tesalonicenses 3:12 - Referencia Cruzada

Antes bien, crezcan en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A El sea la gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén. (2 Pedro 3:18)
Por eso, todo cuanto quieran que los hombres les hagan, así también hagan ustedes con ellos, porque ésta es la Ley y los Profetas. (Mateo 7:12)
Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, (Gálatas 5:22)
Porque éste es el mensaje que ustedes han oído desde el principio: que nos amemos unos a otros. (1 Juan 3:11)
Teniendo así un gran afecto por ustedes, nos hemos complacido en impartirles no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas, pues llegaron a ser muy amados para nosotros. (1 Tesalonicenses 2:8)
Por lo demás, hermanos, les rogamos, y les exhortamos en el Señor Jesús, que tal como han recibido de nosotros instrucciones acerca de la manera en que deben andar (se deben conducir) y agradar a Dios, como de hecho ya andan, así abunden en ello más y más. (1 Tesalonicenses 4:1)
Y el segundo es semejante a éste: AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI MISMO. (Mateo 22:39)
Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión significan nada, sino la fe que obra por amor. (Gálatas 5:6)
Siempre tenemos que dar gracias a Dios por ustedes, hermanos, como es justo, porque su fe aumenta grandemente, y el amor de cada uno de ustedes hacia los demás abunda más y más. (2 Tesalonicenses 1:3)
Pero en cuanto al amor fraternal, no tienen necesidad de que nadie les escriba, porque ustedes mismos han sido enseñados por Dios a amarse unos a otros. (1 Tesalonicenses 4:9)
a la piedad, fraternidad y a la fraternidad, amor. (2 Pedro 1:7)
Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, con el cual no hay cambio ni sombra de variación. (Santiago 1:17)
No deban a nadie nada, sino el amarse unos a otros. Porque el que ama a su prójimo, ha cumplido la ley. (Romanos 13:8)
Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, pero no tengo amor, he llegado a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe. (1 Corintios 13:1)
Y esto pido en oración: que el amor de ustedes abunde aún más y más en conocimiento verdadero y en todo discernimiento, (Filipenses 1:9)
Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios. (1 Juan 4:7)
Miren que ninguno devuelva a otro mal por mal, sino que procuren siempre lo bueno los unos para con los otros, y para con todos. (1 Tesalonicenses 5:15)
Porque ustedes, hermanos, a libertad fueron llamados; sólo que no usen la libertad como pretexto para la carne, sino sírvanse por amor los unos a los otros. (Gálatas 5:13)