Siervos, obedezcan a sus amos en la tierra, con temor y temblor, con la sinceridad de su corazón, como a Cristo;
(Efesios 6:5)
no para ser vistos, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, haciendo de corazón la voluntad de Dios.
(Efesios 6:6)
Sirvan de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres,
(Efesios 6:7)
sabiendo que cualquier cosa buena que cada uno haga, esto recibirá del Señor, sea siervo o sea libre.
Y ustedes, amos, hagan lo mismo con sus siervos, y dejen las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y de ustedes está en los cielos, y que para El no hay acepción de personas.
(Efesios 6:9)
Por lo demás, fortalézcanse en el Señor y en el poder de su fuerza.
(Efesios 6:10)
Revístanse con toda la armadura de Dios para que puedan estar firmes contra las insidias del diablo.
(Efesios 6:11)
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Efesios 6:8 - Referencia Cruzada
El impío gana salario engañoso, Pero el que siembra justicia recibe verdadera recompensa.
(Proverbios 11:18)
Porque ciertamente hay un futuro, Y tu esperanza no será cortada.
(Proverbios 23:18)
y serás bienaventurado (feliz), ya que ellos no tienen para recompensarte; pues tú serás recompensado en la resurrección de los justos."
(Lucas 14:14)
EL PAGARA A CADA UNO CONFORME A SUS OBRAS:
(Romanos 2:6)
sabiendo que del Señor recibirán la recompensa de la herencia. Es a Cristo el Señor a quien sirven.
(Colosenses 3:24)
En esta renovación no hay distinción entre Griego y Judío, circunciso e incircunciso, bárbaro (uno que no era Griego, ni por nacimiento ni por cultura), Escita, esclavo o libre, sino que Cristo (el Mesías) es todo, y en todos.
(Colosenses 3:11)
No hay Judío ni Griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer, porque todos son uno en Cristo Jesús.
(Gálatas 3:28)
El que recibe a un profeta como profeta, recibirá recompensa de profeta; y el que recibe a un justo como justo, recibirá recompensa de justo.
(Mateo 10:41)
Cuídense de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de otra manera no tendrán recompensa de su Padre que está en los cielos.
(Mateo 6:1)
Porque todos nosotros debemos comparecer ante el tribunal de Cristo, para que cada uno sea recompensado por sus hechos estando en el cuerpo, de acuerdo con lo que hizo, sea bueno o sea malo.
(2 Corintios 5:10)
Por tanto, no desechen su confianza, la cual tiene gran recompensa.
(Hebreos 10:35)
para que tu limosna sea en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
(Mateo 6:4)
Regocíjense y alégrense, porque la recompensa de ustedes en los cielos es grande, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes que ustedes.
(Mateo 5:12)
Antes bien, amen a sus enemigos, y hagan bien, y presten no esperando nada a cambio, y su recompensa será grande, y serán hijos del Altísimo; porque El es bondadoso para con los ingratos y perversos.
(Lucas 6:35)
Porque el Hijo del Hombre ha de venir en la gloria de Su Padre con Sus ángeles, y ENTONCES RECOMPENSARA A CADA UNO SEGUN SU CONDUCTA.
(Mateo 16:27)
¡Ay del impío! Le irá mal, Porque lo que él merece se le hará.
(Isaías 3:11)
Consideró como mayores riquezas el oprobio de Cristo (el Mesías) que los tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta en la recompensa.
(Hebreos 11:26)