Nueva Biblia Latinoamericana
Cristo nos redimió de la maldición de la Ley, habiéndose hecho maldición por nosotros, porque escrito está: "MALDITO TODO EL QUE CUELGA DE UN MADERO," (Gálatas 3:13)
a fin de que en Cristo Jesús la bendición de Abraham viniera a los Gentiles, para que recibiéramos la promesa del Espíritu mediante la fe. (Gálatas 3:14)
Hermanos, hablo en términos humanos. Un pacto, aunque sea humano, una vez ratificado nadie lo invalida ni le añade condiciones. (Gálatas 3:15)
Ahora bien, las promesas fueron hechas a Abraham y a su descendencia. No dice: "y a las descendencias," como refiriéndose a muchas, sino más bien a una: "y a tu descendencia," es decir, Cristo (el Mesías).
Lo que digo es esto: la Ley, que vino 430 años más tarde, no invalida un pacto ratificado anteriormente por Dios, como para anular la promesa. (Gálatas 3:17)
Porque si la herencia depende de una ley, ya no depende de una promesa; pero Dios se la concedió a Abraham por medio de una promesa. (Gálatas 3:18)
Entonces, ¿para qué fue dada la Ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniera la descendencia a la cual había sido hecha la promesa, Ley que fue promulgada mediante ángeles por mano de un mediador. (Gálatas 3:19)

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Gálatas 3:16 - Referencia Cruzada

pero no asiéndose a la Cabeza, de la cual todo el cuerpo, nutrido y unido por las coyunturas y ligamentos, crece con un crecimiento que es de Dios. (Colosenses 2:19)
El cetro no se apartará de Judá, Ni la vara de gobernante de entre sus pies, Hasta que venga Siloh, Y a él sea dada la obediencia de los pueblos. (Génesis 49:10)
Estableceré Mi pacto contigo y con tu descendencia después de ti, por todas sus generaciones, por pacto eterno, de ser Dios tuyo y de toda tu descendencia después de ti. (Génesis 17:7)
así nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo en Cristo e individualmente miembros los unos de los otros. (Romanos 12:5)
Pero Dios dijo a Abraham: "No te angusties por el muchacho ni por tu sierva. Presta atención a todo lo que Sara te diga, porque por Isaac será llamada tu descendencia. (Génesis 21:12)
Porque la promesa a Abraham o a su descendencia de que él sería heredero del mundo, no fue hecha por medio de la Ley, sino por medio de la justicia de la fe. (Romanos 4:13)
Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero, todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, constituyen un solo cuerpo, así también es Cristo. (1 Corintios 12:12)
El SEÑOR estaba de pie junto a él, y dijo: "Yo soy el SEÑOR, el Dios de tu padre Abraham y el Dios de Isaac. La tierra en la que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia. (Génesis 28:13)
de cierto te bendeciré grandemente, y multiplicaré en gran manera tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena en la orilla del mar, y tu descendencia poseerá la puerta de sus enemigos. (Génesis 22:17)
Ustedes son los hijos (descendientes) de los profetas y del pacto que Dios hizo con sus padres, al decir a Abraham: 'Y EN TU SIMIENTE SERAN BENDITAS TODAS LAS FAMILIAS DE LA TIERRA.' (Hechos 3:25)
La Escritura, previendo que Dios justificaría a los Gentiles (las naciones) por la fe, anunció de antemano las buenas nuevas a Abraham, diciendo: "EN TI SERAN BENDITAS TODAS LAS NACIONES." (Gálatas 3:8)
Más bien, al hablar la verdad en amor, creceremos en todos los aspectos en Aquél que es la cabeza, es decir, Cristo, (Efesios 4:15)
Porque nadie aborreció jamás su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida, así como también Cristo a la iglesia; (Efesios 5:29)
El SEÑOR lo llevó fuera, y le dijo: "Ahora mira al cielo y cuenta las estrellas, si te es posible contarlas." Y añadió: "Así será tu descendencia." (Génesis 15:5)
Por eso es por fe, para que esté de acuerdo con la gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda la posteridad, no sólo a los que son de la Ley, sino también a los que son de la fe de Abraham, quien es padre de todos nosotros. (Romanos 4:16)
Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno individualmente un miembro de él. (1 Corintios 12:27)
pues toda la tierra que ves te la daré a ti y a tu descendencia para siempre. (Génesis 13:15)
Porque todos los que fueron bautizados en Cristo, de Cristo se han revestido. (Gálatas 3:27)
Tal como dijo a nuestros padres, A Abraham y a su descendencia (simiente) para siempre." (Lucas 1:55)
Grande es este misterio, pero hablo con referencia a Cristo y a la iglesia. (Efesios 5:32)
En esta renovación no hay distinción entre Griego y Judío, circunciso e incircunciso, bárbaro (uno que no era Griego, ni por nacimiento ni por cultura), Escita, esclavo o libre, sino que Cristo (el Mesías) es todo, y en todos. (Colosenses 3:11)
Bendeciré a los que te bendigan, Y al que te maldiga, maldeciré. En ti serán benditas todas las familias de la tierra." (Génesis 12:3)
El SEÑOR se apareció a Abram y le dijo: "A tu descendencia daré esta tierra." Entonces Abram edificó allí un altar al SEÑOR que se le había aparecido. (Génesis 12:7)
Reside en esta tierra y Yo estaré contigo y te bendeciré, porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré contigo el juramento que juré a tu padre Abraham. (Génesis 26:3)