Nueva Biblia Latinoamericana
Pues yo no me considero inferior en nada a los más eminentes apóstoles. (2 Corintios 11:5)
Pero aunque yo sea torpe en el hablar, no lo soy en el conocimiento; de hecho, por todos los medios se lo hemos demostrado en todas las cosas. (2 Corintios 11:6)
¿O cometí un pecado al humillarme a mí mismo para que ustedes fueran exaltados, porque les prediqué (anuncié) el evangelio de Dios gratuitamente? (2 Corintios 11:7)
A otras iglesias despojé, tomando salario de ellas para servirles a ustedes.
Cuando estaba con ustedes y tuve necesidad, a nadie fui carga; porque cuando los hermanos llegaron de Macedonia, suplieron plenamente mi necesidad, y en todo me guardé, y me guardaré, de serles carga. (2 Corintios 11:9)
Como la verdad de Cristo está en mí, este gloriarme no se me impedirá en las regiones de Acaya. (2 Corintios 11:10)
¿Por qué? ¿Porque no los amo? ¡Dios lo sabe! (2 Corintios 11:11)

Otras publicaciones relacionadas con "2 Corintios 11:8":

Dr. Roberto Miranda
A veces tenemos un ego demasiado grande
El pastor Roberto Miranda habla sobre la importancia de la humildad y la sencillez en la iglesia, equilibrar el orden y la manifestación del poder de Dios, depender de Dios en la fe, clamar por una visita del poder de Dios, y consagrar todo a Él.


Dr. Roberto Miranda
Solícitos en guardar la unidad
En este artículo, el autor nos invita a guardar la unidad y seguir el ejemplo de Jesucristo en nuestra vida. También se reflexiona sobre la semana de la pasión y se anima a renunciar al temor y recibir las bendiciones de Dios.


2 Corintios 11:8 - Referencia Cruzada

Cuando estaba con ustedes y tuve necesidad, a nadie fui carga; porque cuando los hermanos llegaron de Macedonia, suplieron plenamente mi necesidad, y en todo me guardé, y me guardaré, de serles carga. (2 Corintios 11:9)
Pero lo he recibido todo y tengo abundancia. Estoy bien abastecido, habiendo recibido de Epafrodito lo que han enviado: fragante aroma, sacrificio aceptable, agradable a Dios. (Filipenses 4:18)
Sin embargo, han hecho bien en compartir conmigo en mi aflicción. (Filipenses 4:14)