Nueva Biblia Latinoamericana
Me gozo de que en todo tengo confianza en ustedes. (2 Corintios 7:16)
Ahora, hermanos, les damos a conocer la gracia de Dios que ha sido dada en las iglesias de Macedonia. (2 Corintios 8:1)
Pues en medio de una gran prueba de aflicción, abundó su gozo, y su profunda pobreza sobreabundó en la riqueza de su liberalidad. (2 Corintios 8:2)
Porque yo testifico que según sus posibilidades, y aun más allá de sus posibilidades, dieron de su propia voluntad,
suplicándonos con muchos ruegos el privilegio de participar en el sostenimiento (servicio) de los santos. (2 Corintios 8:4)
Y esto no como lo habíamos esperado, sino que primeramente se dieron a sí mismos al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios. (2 Corintios 8:5)
En consecuencia, rogamos a Tito que como él ya había comenzado antes, así también llevara a cabo en ustedes esta obra de gracia. (2 Corintios 8:6)

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2 Corintios 8:3 - Referencia Cruzada

Ahora pues, acaben también de hacerlo; para que como hubo la buena voluntad para desearlo, así también la haya para llevarlo a cabo según lo que tengan. (2 Corintios 8:11)
Porque yo testifico a su favor de que tienen celo de Dios, pero no conforme a un pleno conocimiento. (Romanos 10:2)
Porque de él soy testigo de que tiene profundo interés por ustedes y por los que están en Laodicea y en Hierápolis. (Colosenses 4:13)
¿Dónde está, pues, aquel sentido de bendición que tuvieron? Pues testigo soy en favor de ustedes de que de ser posible, se hubieran sacado los ojos y me los hubieran dado. (Gálatas 4:15)
Los discípulos, conforme a lo que cada uno tenía, determinaron enviar una ayuda a los hermanos que habitaban en Judea. (Hechos 11:29)
Tu pueblo se ofrecerá voluntariamente en el día de Tu poder; En el esplendor de la santidad, desde el seno de la aurora; Tu juventud es para Ti como el rocío. (Salmos 110:3)
Porque Dios es quien obra en ustedes tanto el querer como el hacer, para Su buena intención. (Filipenses 2:13)
El que habla, que hable conforme a las palabras de Dios; el que sirve (que ministra), que lo haga por la fortaleza que Dios da, para que en todo Dios sea glorificado mediante Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el dominio por los siglos de los siglos. Amén. (1 Pedro 4:11)
Que el primer día de la semana, cada uno de ustedes aparte y guarde según haya prosperado, para que cuando yo vaya no se recojan entonces ofrendas. (1 Corintios 16:2)
Teniendo así un gran afecto por ustedes, nos hemos complacido en impartirles no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas, pues llegaron a ser muy amados para nosotros. (1 Tesalonicenses 2:8)
Pero gracias a Dios que pone la misma solicitud por ustedes en el corazón de Tito. (2 Corintios 8:16)
Ella ha hecho lo que ha podido; se ha anticipado a ungir Mi cuerpo para la sepultura. (Marcus 14:8)
Porque si hago esto voluntariamente, tengo recompensa; pero si lo hago en contra de mi voluntad, un encargo (una mayordomía) se me ha confiado. (1 Corintios 9:17)
Entonces el pueblo se alegró porque habían contribuido voluntariamente, porque de todo corazón hicieron su ofrenda al SEÑOR; y también el rey David se alegró en gran manera. (1 Crónicas 29:9)
Ahora pues, Dios nuestro, Te damos gracias y alabamos Tu glorioso nombre. (1 Crónicas 29:13)
Todos los Israelitas, tanto hombres como mujeres, cuyo corazón los movía a traer algo para toda la obra que el SEÑOR había ordenado por medio de Moisés que se hiciera, trajeron una ofrenda voluntaria al SEÑOR. (Éxodo 35:29)
Y todo aquél a quien impulsó su corazón y todo aquél a quien movió su espíritu, vino y trajo la ofrenda del SEÑOR para la obra de la tienda de reunión, para todo su servicio y para las vestiduras santas. (Éxodo 35:21)
Pero esto digo: el que siembra escasamente, escasamente también segará; y el que siembra abundantemente (con bendiciones), abundantemente (con bendiciones) también segará. (2 Corintios 9:6)
Tomen de entre ustedes una ofrenda para el SEÑOR. Todo aquél que sea de corazón generoso, tráigala como ofrenda al SEÑOR: oro, plata y bronce; (Éxodo 35:5)
Pero no quise hacer nada sin tu consentimiento, para que tu bondad no fuera como por obligación, sino por tu propia voluntad. (Filemón 1:14)
pastoreen el rebaño de Dios entre ustedes, velando por él, no por obligación, sino voluntariamente, como quiere Dios; no por la avaricia del dinero (no por ganancias deshonestas), sino con sincero deseo; (1 Pedro 5:2)
de oro para las cosas de oro, y de plata para las cosas de plata, es decir, para toda la obra hecha por los artesanos. ¿Quién, pues, está dispuesto a dar su ofrenda hoy al SEÑOR?" (1 Crónicas 29:5)