Nueva Biblia Latinoamericana
quien también nos selló y nos dio el Espíritu en nuestro corazón como garantía. (2 Corintios 1:22)
Pero yo invoco a Dios como testigo sobre mi alma, que por consideración a ustedes no he vuelto a Corinto. (2 Corintios 1:23)
No es que queramos tener control de su fe, sino que somos colaboradores con ustedes para su gozo, porque es en la fe que permanecen firmes. (2 Corintios 1:24)
Pero en mí mismo decidí esto: no ir otra vez a ustedes con tristeza.
Porque si yo les causo tristeza, ¿quién será el que me alegre sino aquél a quien yo entristecí? (2 Corintios 2:2)
Y esto mismo les escribí, para que cuando yo llegue no tenga tristeza de parte de los que debieran alegrarme, confiando en todos ustedes de que mi gozo sea el mismo de todos ustedes. (2 Corintios 2:3)
Pues por la mucha aflicción y angustia de corazón les escribí con muchas lágrimas, no para entristecerlos, sino para que conozcan el amor que tengo especialmente por ustedes. (2 Corintios 2:4)

Otras publicaciones relacionadas con "2 Corintios 2:1":

Dr. Roberto Miranda
Cómo superar los dolores de la vida
Aprende cómo superar los dolores de la vida siguiendo el ejemplo del apóstol Pablo. A pesar de los padecimientos, mantuvo su fe y declaró la victoria en medio de las pruebas. Nunca pierdas la esperanza y la seguridad en Dios.


Dr. Roberto Miranda
Dios siempre tiene una salida
Enseñanza basada en 2 Corintios 4:7-10 sobre cómo tener fe en que Dios siempre tiene una salida para nosotros en situaciones difíciles.


2 Corintios 2:1 - Referencia Cruzada

Pero yo invoco a Dios como testigo sobre mi alma, que por consideración a ustedes no he vuelto a Corinto. (2 Corintios 1:23)
Cuando te envíe a Artemas o a Tíquico, procura venir a verme en Nicópolis, porque he decidido pasar allí el invierno. (Tito 3:12)
Porque temo que quizá cuando yo vaya, halle que no son lo que deseo, y yo sea hallado por ustedes que no soy lo que desean. Que quizá haya pleitos, celos, enojos, rivalidades, difamaciones, chismes, arrogancia, desórdenes. (2 Corintios 12:20)
Por esta razón les escribo estas cosas estando ausente, a fin de que cuando esté presente no tenga que usar de severidad según la autoridad que el Señor me dio para edificación y no para destrucción. (2 Corintios 13:10)
Porque nada me propuse saber entre ustedes excepto a Jesucristo, y Este crucificado. (1 Corintios 2:2)
¿Qué quieren? ¿Iré a ustedes con vara, o con amor y espíritu de mansedumbre? (1 Corintios 4:21)
Los discípulos, conforme a lo que cada uno tenía, determinaron enviar una ayuda a los hermanos que habitaban en Judea. (Hechos 11:29)
Pues yo, por mi parte, aunque ausente en cuerpo pero presente en espíritu, como si estuviera presente, ya he juzgado al que cometió tal acción. (1 Corintios 5:3)
Y con esta confianza me propuse ir primero a ustedes para que dos veces recibieran bendición, (2 Corintios 1:15)
Pues por la mucha aflicción y angustia de corazón les escribí con muchas lágrimas, no para entristecerlos, sino para que conozcan el amor que tengo especialmente por ustedes. (2 Corintios 2:4)
Pues aun cuando llegamos a Macedonia, nuestro cuerpo no tuvo ningún reposo, sino que nos vimos atribulados por todos lados: por fuera, conflictos; por dentro, temores. (2 Corintios 7:5)
Como Pablo y Bernabé tuvieran gran disensión y debate con ellos, los hermanos determinaron que Pablo y Bernabé, y algunos otros de ellos subieran a Jerusalén a los apóstoles y a los ancianos para tratar esta cuestión. (Hechos 15:2)