Nueva Biblia Latinoamericana
Saluden a Herodión, mi pariente. Saluden a los de la casa de Narciso, que son del Señor. (Romanos 16:11)
Saluden a Trifena y a Trifosa, obreras del Señor. Saluden a la querida hermana Pérsida, que ha trabajado mucho en el Señor. (Romanos 16:12)
Saluden a Rufo, escogido en el Señor, también a su madre y mía. (Romanos 16:13)
Saluden a Asíncrito, a Flegonte, a Hermes, a Patrobas, a Hermas, y a los hermanos con ellos.
Saluden a Filólogo y a Julia, a Nereo y a su hermana, y a Olimpas, y a todos los santos que están con ellos. (Romanos 16:15)
Salúdense los unos a los otros con un beso santo. Todas las iglesias de Cristo los saludan. (Romanos 16:16)
Les ruego, hermanos, que vigilen a los que causan disensiones y tropiezos contra las enseñanzas que ustedes aprendieron, y que se aparten de ellos. (Romanos 16:17)

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Romanos 14 - Preferirse unos a otros
El Apóstol Pablo habla sobre cómo manejar la diversidad en nuestras congregaciones y cómo debemos tratarnos unos a otros cuando hay diferencias de opinión acerca de cosas que consideramos importantes. Debemos aprender a tolerarnos y respetarnos en nuestra diversidad, y no menospreciarnos, juzgarnos o ridiculizarnos unos a otros. Debemos estar conscientes de que somos parte de un cuerpo y que tenemos que respetar el espacio unos de los otros. Además, la conciencia de que no somos dueños de nuestros hermanos, sino que pertenecen al Señor, nos ayuda a no juzgarlos y a respetar su proceso con Dios. Como congregación, debemos trabajar hacia la unidad y no pelear por nuestras opiniones.


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Romanos 16:14 - Referencia Cruzada

Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de Su Hijo, para que El sea el primogénito entre muchos hermanos. (Romanos 8:29)
Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, consideren a Jesús, el Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra fe. (Hebreos 3:1)
Puesto que en obediencia a la verdad ustedes han purificado sus almas para un amor sincero de hermanos, ámense unos a otros entrañablemente, de corazón puro. (1 Pedro 1:22)
a los santos y fieles hermanos en Cristo (el Mesías) que están en Colosas: Gracia a ustedes y paz de parte de Dios nuestro Padre. (Colosenses 1:2)