Navegando al amparo de una pequeña isla llamada Clauda, con mucha dificultad pudimos sujetar el bote salvavidas.
(Hechos 27:16)Después que lo alzaron, usaron amarras para sujetar la nave. Temiendo encallar en los bancos de Sirte, echaron el ancla flotante y se abandonaron a la deriva.
(Hechos 27:17)Al día siguiente, mientras éramos sacudidos furiosamente por la tormenta, comenzaron a arrojar la carga.
(Hechos 27:18)Al tercer día, con sus propias manos arrojaron al mar los aparejos de la nave.
Como ni el sol ni las estrellas aparecieron por muchos días, y una tempestad no pequeña se abatía sobre nosotros, desde entonces fuimos abandonando toda esperanza de salvarnos.
(Hechos 27:20)Cuando habían pasado muchos días sin comer, Pablo se puso en pie en medio de ellos y dijo: "Amigos, debían haberme hecho caso y no haber salido de Creta, evitando así este perjuicio y pérdida.
(Hechos 27:21)Pero ahora los exhorto a tener buen ánimo, porque no habrá pérdida de vida entre ustedes, sino sólo del barco.
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Hechos 27:19 - Referencia Cruzada
Los marineros tuvieron miedo y cada uno clamaba a su dios; y arrojaron al mar la carga que estaba en el barco para aligerarlo. Pero Jonás había bajado a la bodega del barco, se había acostado y dormía profundamente.
(Jonás 1:5)Satanás respondió al SEÑOR: "¡Piel por piel! Sí, todo lo que el hombre tiene dará por su vida.
(Job 2:4)Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa de Mí, ése la salvará.
(Lucas 9:24)Porque el que quiera salvar su vida (su alma), la perderá; pero el que pierda su vida por causa de Mí y del evangelio (de las buenas nuevas), la salvará.
(Marcus 8:35)