Nueva Biblia Latinoamericana
Y Pablo dijo: "No sabía, hermanos, que él era el sumo sacerdote; porque escrito está: 'NO HABLARAS MAL DE UNA DE LAS AUTORIDADES DE TU PUEBLO.'" (Hechos 23:5)
Entonces Pablo, dándose cuenta de que una parte eran Saduceos y otra Fariseos, alzó la voz en el Concilio: "Hermanos, yo soy Fariseo, hijo de Fariseos. Se me juzga a causa de la esperanza de la resurrección de los muertos." (Hechos 23:6)
Cuando dijo esto, se produjo un altercado entre los Fariseos y los Saduceos, y la asamblea se dividió. (Hechos 23:7)
Porque los Saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu, pero los Fariseos creen todo esto.
Se produjo entonces un gran alboroto. Y levantándose algunos de los escribas del grupo de los Fariseos, discutían enérgicamente, diciendo: "No encontramos nada malo en este hombre; pero ¿y si un espíritu o un ángel le ha hablado?" (Hechos 23:9)
Al surgir un gran altercado, el comandante tuvo temor de que Pablo fuera despedazado por ellos, y ordenó que las tropas descendieran, lo sacaran de entre ellos a la fuerza y lo llevaran al cuartel. (Hechos 23:10)
A la noche siguiente el Señor se le apareció a Pablo y le dijo: "Ten ánimo, porque como has testificado fielmente de Mi causa en Jerusalén, así has de testificar también en Roma." (Hechos 23:11)

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Hechos 23:8 - Referencia Cruzada

Algunos Saduceos, los que dicen que no hay resurrección, se acercaron a Jesús, y Le dijeron: (Marcus 12:18)
Mientras Pedro y Juan hablaban al pueblo, se les echaron encima los sacerdotes, el capitán de la guardia del templo, y los Saduceos, (Hechos 4:1)
Ese día se acercaron a Jesús algunos Saduceos, los que dicen que no hay resurrección, (Mateo 22:23)
Acercándose a El algunos de los Saduceos, los que dicen que no hay resurrección, (Lucas 20:27)